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La gran contracción de Hollywood continua y se profundiza

El último informe de FilmLA, la oficina oficial de cine de la ciudad y el condado de Los Ángeles, sobre la actividad cinematográfica y televisiva en el área de Los Ángeles muestra una nueva y pronunciada caída interanual en la producción durante el tercer trimestre (julio-septiembre) de 2025. Esto marca el cuarto año consecutivo de disminución en los días de rodaje (SD, por su sigla en inglés)—es decir, los días de rodaje principal de una producción de cine o televisión—en el área de Los Ángeles. (No se recopilaron estadísticas para 2020 debido al cierre inicial de la industria por la pandemia de COVID).

Letrero de Hollywood [Photo by Thomas Wolf / undefined]

El Hollywood Reporter comenta: “La producción en Los Ángeles ha alcanzado un nuevo mínimo histórico, un nuevo nadir que será o bien una tabla de lanzamiento hacia una erosión continua y arraigada, o un punto de inflexión en la recuperación de la industria cinematográfica de la región”.

FilmLA informa que el número de días de rodaje en el tercer trimestre de 2025 fue de 4.380 en todas las categorías, lo que representa una caída del 13,2 por ciento con respecto al año anterior, cuando los SD fueron 5.048, los cuales ya representaban una disminución frente a los 5.311 SD de 2023. Para el mismo trimestre en 2022, el número fue 9.066, mientras que en 2021 la cifra fue 10.127.

La disminución en los días de rodaje durante el tercer trimestre en comparación interanual no fue un fenómeno aislado, ya que ha habido tal caída en SD durante cada trimestre de 2025: el primer trimestre cayó de 6.823 el año pasado a 5.295 este año, y el segundo trimestre bajó de 5.749 el año pasado a 5.394 este año.

De todas las categorías cubiertas por el informe de FilmLA, solo la producción de películas y comedias televisivas vieron un aumento en los SD entre julio y septiembre, del 9,7 y 41,1 por ciento respectivamente. Todas las demás categorías experimentaron una caída, con la televisión en general disminuyendo en un 20,7 por ciento. Los dramas televisivos bajaron un 19 por ciento, los pilotos de TV un 34,5 por ciento, la producción comercial un 17,9 por ciento, mientras que la categoría “Otros”, que “incluye sesiones fotográficas, películas estudiantiles, documentales, cortometrajes, contenidos en línea, además de videos musicales e industriales”, alcanzó 1.749 SD, lo que representa una caída del 9,9 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado.

Reel 360 observa que “las gráficas del trimestre subrayan cuán por debajo de la tendencia se encuentra aún Los Ángeles: en comparación con el promedio de cinco años (excluyendo 2020), la televisión está un 57,9% por debajo, los largometrajes un 30,4%, los comerciales un 38,8% y la categoría ‘Otros’ (fotos fijas, documentales, cortos, contenido en línea, videos musicales/industriales) un 29,7%”.

Estas son cifras devastadoras, detrás de las cuales se esconden miles y miles de empleos perdidos, carreras arruinadas y condiciones económicas cada vez más duras para muchos trabajadores.

La respuesta de la industria ante esta catástrofe en curso es suplicar por más créditos fiscales, incentivos y subsidios del gobierno del estado de California. Los sindicatos del espectáculo, corporativistas y estrechamente localistas, se han sumado a esta campaña, llamando a los estudios a “quedarse en Los Ángeles”, atándose por completo a la cola de los conglomerados y desentendiéndose de los intereses de los trabajadores del cine y la televisión en todo el país y más allá.

Cifras de FilmLA sobre los días de rodaje en 2024-2025 (filmla.com) [Photo]

El sombrío informe de FilmLA llega tras una carta enviada la semana pasada por el recién electo presidente del Sindicato de Actores de Cine–Federación Estadounidense de Artistas de Televisión y Radio (SAG-AFTRA), Sean Astin. La comunicación admite en esencia la complicidad de la burocracia sindical en la capacidad de los estudios y las cadenas para usar la imagen y voz de los artistas sin su consentimiento.

Astin admitió: “Nuestros contratos solo vinculan a los empleadores signatarios. No pueden detener a los desarrolladores de inteligencia artificial de extraer actuaciones de internet o de entrenar modelos con décadas de cine y televisión sin permiso”.

Luego procedió a enumerar una serie de medidas que supuestamente persigue el sindicato para limitar el uso de la IA, incluida la promoción de la ley No Fakes, que prohibiría supuestamente el uso de réplicas digitales no autorizadas. Sin embargo, SAG-AFTRA ya ha permitido a empresas de IA hacer exactamente eso, por ejemplo, al negociar un acuerdo con Replica Studios a espaldas de los trabajadores y sin permitir que estos votaran los términos del contrato. El acuerdo implicaba la concesión de licencias para que las voces de los actores fueran utilizadas en el desarrollo de videojuegos.

Sean Astin, presidente de SAG-AFTRA, y Michelle Hurd, secretaria-tesorera (sagaftra.org) [Photo]

La dirección de SAG-AFTRA, al ser confrontada con la ira de sus miembros, se escondió tras la afirmación de que las empresas no podían hacer nada en relación con la recolección de voces o rostros sin el “consentimiento informado” de los artistas. Este consentimiento informado que promueve SAG-AFTRA no es más que aceite de serpiente. No en un universo imaginario donde actores y estudios tengan el mismo poder, sino en el mundo real, donde los actores precarizados se enfrentan a algunas de las corporaciones más grandes del mundo, el derecho a negar el consentimiento—excepto para los intérpretes más famosos—equivaldrá a abandonar la industria.

La dirección de SAG-AFTRA es perfectamente consciente de esta situación, pero eso no les impide afirmar que el consentimiento informado de sus miembros es una panacea frente al uso creciente de la IA y la eliminación de sectores enteros de la mano de obra en la industria del entretenimiento. De esta manera, el sindicato revela su aceptación del statu quo corporativo y su total impotencia. No tiene ningún plan para luchar por los empleos y tampoco la capacidad para hacerlo. Con suspiros y quejas, SAG-AFTRA y el resto de las direcciones sindicales aceptarán todo lo que los multimillonarios tengan reservado para los trabajadores del cine y la televisión.

La inteligencia artificial es una tecnología revolucionaria, con enormes e importantes implicaciones. Si su uso estuviera subordinado al control democrático de los propios trabajadores, implicaría un gran aumento en la calidad y cantidad de la producción artística. Bajo el capitalismo, sin embargo, su uso conducirá a una nueva degradación tanto de la calidad como de la cantidad de las producciones, como ya puede observarse con los datos de SD publicados trimestre tras trimestre, año tras año, desde que comenzó seriamente su implementación.

La solución no radica en miles de millones de dólares adicionales en créditos fiscales para las corporaciones, ni en una competencia despiadada entre localizaciones por un número menguante de producciones. Para que los trabajadores puedan escapar de esta espiral descendente, es necesario que rompan con el control asfixiante de la burocracia sindical que ata a los artistas a las corporaciones y a los partidos de la gran empresa. Solo mediante la movilización independiente de los propios artistas en comités de base democráticamente controlados se podrá combatir y revertir la “Gran Contracción”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 17 de octubre de 2025)

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