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En evento televisado de CNN

Sanders y Ocasio-Cortez suplican al Partido Republicano que negocie y minimizan la dictadura de Trump

El 15 de octubre, CNN organizó un evento de tipo “asamblea pública” de 90 minutos con el senador Bernie Sanders de Vermont y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez de Nueva York, dedicado a reforzar al Partido Demócrata en el contexto de un cierre gubernamental que entra ya en su tercera semana. Este debate sirvió, por encima de todo, para encubrir los preparativos avanzados hacia una dictadura en Estados Unidos.

Senator Bernie Sanders and New York Rep. Alexandria Ocasio-Cortez on CNN, October 15, 2025. [Photo by CNN]

Casi todas las preguntas giraron en torno a qué estaban haciendo los demócratas y republicanos para reabrir el gobierno. Ni la presentadora de CNN, Kaitlan Collins, ni los dos políticos mencionaron una sola palabra sobre las repetidas amenazas de Trump de invocar la Ley de Insurrección e imponer la ley marcial. Palabras como “fascismo”, “guardia nacional”, “Chicago”, “ICE”, “impeachment” o “dictadura” no se mencionaron.

Durante todo el evento, Sanders y Ocasio-Cortez promovieron sus credenciales bipartidistas y su disposición a colaborar con los republicanos para reabrir y financiar el gobierno de Trump.

Un espectador sin conocimiento de los acontecimientos actuales no sabría que Unidades Tácticas fuertemente armadas de la Patrulla Fronteriza lanzaron gases lacrimógenos en un barrio de Chicago, tras provocar deliberadamente un accidente de tráfico en una intersección. Tampoco sabría que helicópteros Blackhawk y policías migratorios armados con fusiles de asalto y motosierras irrumpieron en un complejo de apartamentos en el South Side, forzando a ciudadanos e inmigrantes —incluidos niños desnudos— a salir esposados a la calle.

En respuesta a la primera de muchas preguntas sobre la reapertura del gobierno, Ocasio-Cortez instó a los televidentes a “presionar” al presidente republicano de la Cámara, Mike Johnson, para que “levante el teléfono”. “Lo normal es negociar, llegar a un compromiso y aprobar el proyecto de ley”, dijo. La miembro de los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA, por sus siglas en inglés) no planteó ninguna condición para reabrir el gobierno, delegando completamente en el liderazgo del partido: “Tenemos que asegurarnos, como miembro del partido, de poner las negociaciones en manos del liderazgo de nuestro partido. Si Hakeem Jeffries dice que no, es no”.

Más adelante, Ocasio-Cortez comparó el cierre del gobierno con un “deporte en equipo”. Repitiendo la infame descripción de Barack Obama de las elecciones de 2016 como un “partido intramuros”, enfatizó la necesidad de que ambos partidos “lleguen a algo con lo cual estemos de acuerdo” y reabran el gobierno con Trump y su camarilla fascista todavía en el poder. “Negociar es ida y vuelta”, dijo. “Así que esto es un deporte en equipo”.

Ambos políticos expresaron repetidamente su disposición a colaborar con las secciones más reaccionarias del Partido Republicano sin plantear ninguna demanda para detener los despliegues militares en ciudades importantes ni para frenar las redadas militarizadas que están pisoteando los derechos democráticos de los trabajadores. En respuesta a preguntas sobre los asesinatos cometidos por el ejército estadounidense en el mar Caribe y una posible invasión de Venezuela, Sanders dijo estar “muy preocupado”, pero no propuso ninguna acción para detener dichas operaciones ilegales.

El tema dominante del evento fue el bipartidismo. Cuando se le preguntó con qué republicanos trabajaría para aprobar una resolución de gasto provisional, Sanders respondió: “Buena pregunta, puedo mencionar a varios. Hay algunos republicanos decentes y honestos”. El primer nombre que citó fue nada menos que la promotora de QAnon y representante de Georgia, Marjorie Taylor Greene:

Nunca pensé que diría esto, pero tienes a alguien como Marjorie Taylor Greene diciendo: ‘¿Saben qué? Fui elegida por mis electores, a ellos me debo, no al presidente de Estados Unidos.’

Así que hay buenos republicanos ahí fuera, y si Trump los dejara en paz cinco minutos sin amenazarlos con una primaria si se atreven a hacer lo correcto, creo que podríamos avanzar.

Greene es una fascista declarada que apoyó el intento de golpe de Estado del 6 de enero liderado por Trump y que ha amenazado repetidamente con asesinar a opositores políticos. Es una aliada cercana de milicias de extrema derecha y antisemitas, y en 2022 participó en la conferencia inaugural “America First Political Action Conference organizada por el neonazi Nick Fuentes, llamando a su audiencia a “detener a los demócratas, que son el Partido Comunista de Estados Unidos”. Greene lideró la iniciativa para aprobar la fascista “Ley Laken Riley”, que expandió enormemente los poderes de la policía migratoria. Los demócratas se unieron a los republicanos para aprobarla durante el primer mes del segundo mandato de Trump.

Ocasio-Cortez también promocionó su disposición a “trabajar a través del pasillo” con sus “colegas republicanos”, citando su proyecto de ley conjunto con la representante republicana Nicole Malliotakis para expandir la salud materna y reautorizar el programa “Healthy Start”. “En términos de legislación bipartidista sobre salud, estoy más que dispuesta a hacerlo”, dijo. “Pero no se trata solo de hablar — tenemos que actuar”.

Más allá de la mitad del programa, Collins preguntó si Trump merecía “crédito” por el fraudulento “alto al fuego” en Gaza. Tanto Sanders como Ocasio-Cortez, principales portavoces de la fallida candidatura de Biden en 2024, trataron de encubrir su apoyo al Estado de Israel y su papel en reprimir el movimiento anti-genocidio de masas, culpando tanto a Trump como a Biden por la masacre. Sanders se jactó de que él y Ocasio-Cortez “pasaron mucho tiempo con el presidente Biden tratando de argumentar” que se limitara el envío de armas estadounidenses a Israel.

Ocasio-Cortez afirmó: “Le he dado mucho dolor de cabeza al presidente Biden por esto”. Cuándo o dónde dio ese “dolor de cabeza” no lo explicó. Tal vez fue entre sus múltiples apariciones televisivas y en pódcast donde elogió el “ liderazgo ” de Biden durante el bombardeo a Gaza. O quizás cuando instó a sus seguidores a “ ser adultos ” acerca de la situación y apoyar al criminal de guerra. Tal vez fue después de que Biden abandonara la carrera y Ocasio-Cortez respaldara a su sucesora designada, Kamala Harris, la misma Harris que Ocasio-Cortez describió falsamente en la Convención Nacional Demócrata de 2024 como alguien que estaba “ trabajando incansablemente ” por un alto al fuego.

En un intento de recuperar credibilidad ante los trabajadores y jóvenes que se oponen al genocidio y a la complicidad de ambos partidos del gran capital, Sanders dijo: “Estados Unidos esencialmente financió esta guerra… En otras palabras, Estados Unidos ha estado, desde el primer día, bajo Biden, bajo Trump, al volante”.

Pero no extrajo ninguna conclusión de esta contundente confesión, que acusa a ambos partidos, incluido él mismo, y al sistema político entero del capitalismo estadounidense.

En un momento revelador cerca del final del programa, Sanders y Ocasio-Cortez elogiaron al miembro del DSA Zohran Mamdani y llamaron a otros demócratas a apoyar su campaña, en nombre de la “unidad del partido”.

Ocasio-Cortez, quien se presentó como una “outsider” cuando se postuló al Congreso en 2018, ya no pretende ser otra cosa que una fiel soldado del Partido Demócrata. Dijo:

Creo en respaldar al nominado del partido una vez que se resuelve la primaria. Respaldé a Bernie en 2020 cuando se postuló contra el presidente Biden. El presidente Biden ganó esa nominación y todos tuvimos que unirnos y trabajar para apoyar al nominado de nuestro partido para asegurar que ganáramos. Me preocupa el ejemplo que da cuando nuestros líderes no apoyan al candidato del partido, porque en el futuro vamos a necesitar que la gente se reúna en torno al candidato presidencial. Y si ese candidato es más moderado, o si ese candidato es más progresista, estamos estableciendo el precedente de no respaldar al candidato a menos que estemos de acuerdo con él. Me preocupa qué ejemplo da eso. Así que he sido muy clara sobre eso.

Sanders presentó abiertamente la campaña de Mamdani, al igual que su propia gira engañosamente llamada “Contra la oligarquía”, como un medio para canalizar la ira popular generada por décadas de traiciones del Partido Demócrata de vuelta hacia ese mismo partido y las elecciones capitalistas:

Dijo:

No es ningún secreto: tenemos un Partido Demócrata que está en la ruina en este momento, todos lo reconocen. Tienes un candidato en la ciudad de Nueva York, Zohran Mamdani, el tipo está haciendo una campaña extraordinaria. Este debería ser el tipo de candidato que los demócratas quieren en todos los estados del país.

Prosiguió:

Claro que Alexandria tiene razón, es el nominado demócrata, ¿cómo no vas a apoyarlo? Pero más importante aún… es un gran candidato… debería ser el modelo.

Advirtiendo contra el crecimiento del sentimiento socialista genuino y anticapitalista, Sanders añadió:

Tenemos problemas políticos en este país, la gente está renunciando al proceso político. Él está entusiasmando a la gente, haciéndola participar. Me gustaría ver eso en los 50 estados del país.

Esto, por supuesto, sobre un candidato que ha dedicado el grueso de su campaña a tranquilizar a la oligarquía financiera, a la cúpula del partido y a la policía de que no representa ninguna amenaza para el statu quo capitalista.

Aunque la administración Trump ha declarado la guerra contra “antifa” y ha prometido utilizar el modelo de la “guerra contra el terrorismo” contra sus opositores políticos —incluidos grupos afines al Partido Demócrata como los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA)— ni Sanders ni Ocasio-Cortez, miembro del DSA, mencionaron el tema.

Al final del evento, Sanders hizo una breve referencia a la manifestación “No Reyes7, señalando que el presidente de la Cámara, Mike Johnson, la había calificado como una movilización de “Odio a América”. Sanders insistió en que fue un evento de “Amor a América” antes de volver al tema de los subsidios sanitarios. No hizo ningún llamado a movilizarse en las protestas nacionales contra Trump y su dictadura.

Ambos políticos hicieron efímeras referencias al “autoritarismo”, pero ninguno propuso actuar para oponerse a él. Este silencio es deliberado. Refleja la estrategia consciente del Partido Demócrata de minimizar el peligro de dictadura y anestesiar a la población mientras se profundiza la crisis capitalista y el régimen de Trump se prepara para una represión masiva.

Los dos “progresistas”, como el Partido Demócrata en su conjunto, representan a la misma oligarquía financiera que controla a Trump y a los republicanos. La conclusión crítica que se desprende de esto es la necesidad de que la clase trabajadora y la juventud rompan con el Partido Demócrata y el sistema bipartidista, y construyan un movimiento de masas independiente para derrocar a Trump y reemplazarlo por un gobierno de trabajadores basado en políticas socialistas, comenzando con la expropiación de la oligarquía y la transformación de los bancos y corporaciones en servicios públicos bajo control democrático de los trabajadores.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 17 de octubre de 2025)

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