El 14 de octubre, Politico publicó un informe que expuso un chat fascista sostenido durante meses en Telegram entre líderes de los Jóvenes Republicanos de Nueva York, Kansas, Arizona y Vermont. El chat fue revelado el mismo día en que el gobierno de Trump y la dirección del Partido Republicano exaltaron al propagandista racista Charlie Kirk con la Medalla Presidencial de la Libertad.
Los Jóvenes Republicanos son la rama juvenil del Partido Republicano, que actualmente controla la presidencia estadounidense y ambas cámaras del Congreso. La misión declarada de la organización es “formar a los futuros líderes de Estados Unidos y elegir candidatos republicanos”.
En los mensajes filtrados, los operadores republicanos expresaron admiración por Adolf Hitler y el Tercer Reich, su odio hacia las minorías y bromearon sobre la violación, la esclavitud y el asesinato en masa.
Politico obtuvo más de 2.900 páginas de chats, intercambiadas entre enero y agosto de 2025. Entre los participantes del chat se encuentran:
Peter Giunta, presidente anterior de los Jóvenes Republicanos del estado de Nueva York y jefe de gabinete del legislador estatal Michael Reilly. Giunta hizo bromas sobre enviar a oponentes políticos a “la cámara de gas”.
Giunta, cabeza de la facción “Restaurar a los Jóvenes Republicanos”, fue previamente respaldado por la representante de Nueva York Elise Stefanik y el cómplice de Trump, Roger Stone, para liderar la Federación Nacional de Jóvenes Republicanos, elección que perdió a principios de este año.
En su respaldo a Giunta y la lista “Restaurar JRs” que encabezaba, Stone explicó a Politico que lo hizo “simplemente porque están más alineados con el presidente Trump y el Movimiento América Primero dentro del Partido Republicano”.
En el chat, Giunta declaró que iba a “crear algunos de los métodos de tortura fisiológica más grandes conocidos por el hombre. Solo queremos verdaderos creyentes” en los Jóvenes Republicanos. Joe Maligno, quien previamente se identificó en LinkedIn como asesor general de los Jóvenes Republicanos del estado de Nueva York, respondió al mensaje anterior de Giunta: “¿Podemos arreglar las duchas? Las cámaras de gas no encajan con la estética de Hitler”.
Annie Kaykaty, miembro del comité nacional de los Jóvenes Republicanos de Nueva York, respondió a Maligno: “Estoy lista para ver arder a la gente ya”.
En otra conversación, Giunta utilizó un lenguaje genocida y racista mientras se quejaba de los miembros del grupo que apoyaban a otra facción rival para liderar la Federación Nacional de Jóvenes Republicanos: “Maryland—judía gorda y apestosa… Rhode Island—pu… traidoras que erradicaré de la faz del planeta”.
Luke Mosiman, presidente de los Jóvenes Republicanos de Arizona, sugirió “VIOLAR A HAYDEN” en referencia al presidente rival de la Federación Nacional de Jóvenes Republicanos, Hayden Padgett, y sugirió vincular a un oponente con grupos supremacistas blancos.
Bobby Walker, ex empleado del líder de la minoría del Senado estatal de Nueva York, Rob Ortt, respondió a un mensaje: “Quédate en el clóset, maricón.” En otro hilo, Walker respondió con entusiasmo ante una referencia a violencia sexual colonial. Cuando un miembro del grupo dijo que no era sexo, sino “violación”, Walker respondió: “Épico”.
Los mensajes compartidos no son de provocadores anónimos en internet. Son operadores políticos y aspirantes a líderes del Partido Republicano, incluyendo presidentes estatales, miembros del comité nacional, asesores legislativos, un senador estatal y un actual funcionario del gobierno de Trump.
El actual senador estatal de Vermont y Jóven Republicano Samuel Douglass, de 27 años, también fue activo en el chat. Politico informó que describió en un mensaje que los “colegas judíos” de una facción rival podrían haber cometido un error de procedimiento durante la convención.
Brianna Douglass, esposa de Samuel y miembro del comité nacional de los Jóvenes Republicanos de Vermont, respondió: “Yo iba a decir que les estás dando demasiado crédito a los nacionales y esperando que el judío sea honesto.”
El presidente actual de los Jóvenes Republicanos de Kansas, Alex Dwyer, y su vicepresidente, William Hendrix, participaron activamente en el chat. Tras la publicación del artículo, la presidenta del Partido Republicano de Kansas, Danedri Herbert, quien es negra, anunció que la organización de Jóvenes Republicanos de Kansas estaba inactiva.
En un chat, Dwyer informó a Giunta que un miembro de los Jóvenes Republicanos de Michigan y sus delegados le dijeron que votarían “por la persona más derechista”.
“Genial. Amo a Hitler”, respondió Giunta. Dwyer reaccionó con un emoji sonriente.
En otro hilo, un miembro pidió a los participantes adivinar en qué habitación de hotel se hospedaban. Dwyer respondió, “1488”, una referencia al supremacismo blanco y Adolf Hitler.
Hasta el martes, Hendrix tenía un puesto de comunicación en la oficina del fiscal general Kris Kobach. En un mensaje a Politico, Kobach dijo: “Tan pronto como la oficina supo de esos mensajes, el empleo de Will Hendrix fue terminado.” No está claro si ambos seguirán siendo parte de la organización una vez “reactivada”.
Michael Bartels es, hasta ahora, la única persona en el chat que se ha confirmado como empleado actual del gobierno de Trump. Politico informó que Bartels, asesor sénior en la oficina del asesor general en la Administración de Pequeños Negocios (SBA), “no dijo mucho en el chat, pero tampoco se opuso al discurso ofensivo”.
La glorificación de Hitler y el fascismo en organizaciones como los Jóvenes Republicanos —una organización creada para preparar a la próxima generación de políticos burgueses para dirigir campañas congresionales, organizar comités y eventualmente ocupar cargos públicos— revela la profunda integración de estos elementos de extrema derecha en el aparato oficial del Partido Republicano y el Estado estadounidense. También demuestra que el fascismo en Estados Unidos no surge espontáneamente desde abajo, sino que está siendo cultivado deliberadamente desde arriba.
Un día después del informe de Politico, emergió una segunda revelación fascista: la policía del Capitolio de EE.UU. lanzó una investigación luego de que se encontrara una bandera estadounidense alterada con una esvástica dentro de la oficina del congresista Dave Taylor (republicano por Ohio). Una foto de la bandera USA/Nazi fue publicada por primera vez en X por el bloguero político de izquierda D.J. Byrnes, quien escribe bajo el usuario @rooster_ohio.
Byrnes escribió en X: “Un amigo en DC tuvo una videollamada de Zoom con la oficina del congresista Dave Taylor hoy… El asistente legislativo de Taylor, Angelo Elia, tenía lo que solo puede describirse como una bandera estadounidense con esvástica exhibida prominentemente al fondo”.
Taylor emitió una declaración superficial afirmando que el incidente no “refleja los valores” de su oficina y sugiriendo que pudo haber sido un acto de vandalismo.
Esa misma noche, en una publicación en X tras revelarse los chats, el vicepresidente JD Vance salió en defensa de los admiradores de Hitler y racistas participantes del grupo. Vance desestimó el contenido como “chicos haciendo bromas” y denunció los llamados a hacerlos rendir cuentas como un ataque a la libertad de expresión. Al día siguiente, en una aparición en The Charlie Kirk Show, se reafirmó y se refirió a los operadores republicanos —la mayoría de ellos en sus veintitantos años— como “chicos” e insistió en que no los iba a “cancelar” por “decir una broma estúpida”.
La hipocresía es asombrosa. La defensa de Vance de fascistas que bromean sobre cámaras de gas y violación ocurrió menos de 24 horas después de que el gobierno al que pertenece se jactara de cancelar visas de extranjeros que se burlaron de la muerte de Kirk en redes sociales. Es el mismo gobierno que ha encarcelado a titulares de visas como Mahmoud Khalil por publicar mensajes críticos sobre el genocidio en Gaza.
El encarcelamiento y amenaza de deportación de Khalil es ilustrativo. El cultivo y promoción de elementos fascistas dentro del gobierno de Estados Unidos es posible únicamente gracias a la complicidad del Partido Demócrata. Los demócratas, que todavía llaman a los republicanos sus “colegas”, se unieron a la representante Stefanik y a otros fascistas para denunciar protestas contra el genocidio en Gaza como “antisemitas”, allanando el camino para los ataques de Trump contra universidades, inmigrantes y los derechos democráticos de todos.
La glorificación simultánea de Kirk y la revelación de los chats nazis demuestran que el fascismo no es un producto orgánico de la clase trabajadora ni resultado de “extremistas en ambos bandos”. El fascismo está siendo cultivado por la clase capitalista desde arriba, financiado por multimillonarios, promovido por el Estado e integrado al aparato político oficial.
Frente a la creciente oposición al genocidio en Gaza, la desigualdad y las redadas tipo Gestapo contra inmigrantes, la clase dominante estadounidense recurre a formas dictatoriales de gobierno. La economía de EE.UU. se está deteriorando, con pérdidas consecutivas de empleos en el sector privado, renuncias históricas en el gobierno federal y despidos masivos en prácticamente todas las industrias.
La clase capitalista responde al creciente descontento en todo el mundo con ataques a los derechos democráticos y aumentos del gasto militar. Se prepara para aplicar las medidas más extremas con tal de defender su riqueza y poder. La glorificación de Kirk y el reclutamiento de cuadros fascistas dentro del Partido Republicano forman parte de este proceso.
(Artículo originalmente publicado en inglés el 15 de octubre de 2025)