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Perspectiva

¿Cuál es el camino adelante para la clase obrera después de la caída del Gobierno francés?

Protesta masiva frente al Panteón, París, Francia [Photo: WSWS]

Anoche, el presidente Emmanuel Macron nombró a su estrecho colaborador y ministro de Defensa Sébastien Lecornu, su quinto primer ministro en menos de dos años, después de que el Gobierno minoritario del primer ministro François Bayrou cayera el lunes. Bayrou había propuesto €44 mil millones en recortes sociales para financiar la deuda soberana de Francia y su acumulación militar. Ahora, con un Parlamento minoritario, un electorado dividido y una desaprobación récord del 85 por ciento para Macron, se enfrentará otro Gobierno débil a los trabajadores.

Mientras las burocracias sindicales convocan huelgas de protesta para la próxima semana, las protestas estallan hoy cuando los trabajadores y los jóvenes de toda Francia salen a las calles para “Bloquear Todo”. Esta coalición flexible de manifestantes locales, organizada a través de la aplicación Telegram, llama a bloquear la infraestructura clave hasta que Macron renuncie, una demanda apoyada por dos tercios de la población. Contra ellos, el ministro del Interior de extrema derecha, Bruno Retailleau, está movilizando a 80.000 policías antidisturbios.

La clase obrera está entrando en lucha contra un giro universal de la oligarquía capitalista hacia formas fascistoides de gobierno. Mientras Trump ordena a las unidades militares que ocupen Washington y Chicago, y el Partido Laborista británico lanza arrestos masivos de manifestantes contra el genocidio de Gaza, los trabajadores franceses se enfrentan a un Estado policial. Los llamados a “Bloquearlo Todo” reflejan el apoyo creciente a una huelga general, que movilice toda la fuerza de la clase trabajadora, como la única manera para combatir la austeridad y la represión.

No habrá salida a esta crisis sin la movilización independiente de la clase trabajadora, basada en políticas socialistas de expropiación de la oligarquía capitalista. Sin embargo, no se puede esperar tal respuesta de ninguna organización integrada en el sistema político existente. Para los trabajadores y jóvenes que buscan una forma de luchar, el tema clave es construir nuevas organizaciones de lucha entre los trabajadores de base, basadas en un programa socialista y una perspectiva revolucionaria de poner fin al dominio capitalista y establecer el poder obrero.

Debe haber un ajuste de cuentas con las organizaciones que han bloqueado las luchas contra Macron, sobre todo, las burocracias partidarias y sindicales del Nuevo Frente Popular (NFP) liderado por Jean-Luc Mélenchon. Ayer, sus miembros socialdemócratas, verdes y estalinistas se ofrecieron brevemente y sin éxito como ministros a Macron, cuando sus funcionarios sindicales se negaron a apoyar las protestas de hoy.

Mélenchon ha presentado una postura más radical, respaldando los llamamientos a una huelga general y exigiendo la renuncia de Macron. Sin embargo, propone utilizar las luchas obreras solo como una herramienta para instalar un nuevo Gobierno capitalista. Como dijo en una entrevista televisiva en horario estelar después de la caída de Bayrou, quiere nuevas políticas después de la caída de Macron, que le den “a la buena gente, a los empresarios de este país ... previsibilidad del futuro”.

Esta es una trampa política para los trabajadores. Cualquier régimen capitalista que asuma el cargo después de Bayrou hará la guerra en el extranjero y gobernará mediante la dictadura y la guerra de clases en casa. Bajo la presión de la guerra comercial de Trump, el imperialismo francés se está armando y arrojándose a la guerra, incluso cuando los bancos exigen que Francia pague su gigantesca deuda (114 por ciento del PIB) a través de una profunda austeridad.

El Estado francés tiene €330 mil millones en ingresos fiscales anuales; el 71 por ciento de su gasto se destina a programas sociales como pensiones, salud, educación y beneficios familiares. Pero París se ha comprometido a gastar €100 mil millones más en el ejército, €100 mil millones en intereses sobre la deuda y decenas de miles de millones más para pagar la deuda de Francia. Esto significa eliminar virtualmente los programas sociales y construir un Estado policial fascista para aplastar la oposición masiva que esto provocaría.

La burguesía está haciendo tales planes. De hecho, Jordan Bardella, presidente de la Reagrupamiento Nacional (RN, por sus siglas en francés) neofascista, dirigió recientemente una carta a los directores empresariales de Francia. Descartando la retórica cínica y xenófoba de la RN sobre la protección del pueblo francés contra los extranjeros, promovió sin rodeos a la RN como el partido mejor posicionado para restaurar el orden y recortar el gasto social no en €44 mil millones sino en €100 mil millones.

Sin embargo, incluso si Mélenchon se convirtiera en presidente, su política no sería fundamentalmente diferente. El programa del NFP se compromete a enviar tropas a Ucrania, reforzar la policía y defender la propiedad capitalista. En el poder, pronto recurriría a la represión brutal para aplastar la oposición a sus medidas para estabilizar el capitalismo francés.

Hay que recordar el papel del afiliado griego del NFP, SYRIZA (la “Coalición de la Izquierda Radical”; siglas en griego). Elegido en 2015 con la promesa de poner fin a la austeridad de la Unión Europea, respondió a la especulación financiera contra la deuda griega capitulando, imponiendo una profunda austeridad y construyendo campos de concentración para refugiados.

La clase trabajadora se encuentra en un punto de inflexión histórico, en el que se deben aprender urgentemente las lecciones de la década de 1930 y las luchas de la clase trabajadora contra el ascenso del fascismo. Se presentan dos alternativas crudas. O bien la oligarquía capitalista construye una dictadura fascistoide para aplastar a la clase trabajadora, o la clase trabajadora libra una lucha revolucionaria en un programa socialista para expropiar a los oligarcas. Esto requiere romper la camisa de fuerza de las burocracias sindicales y construir organizaciones genuinas de base dedicadas a perseguir la lucha de clases.

La Alianza Internacional Obrera de los Comités de Base (AIO-CB) llama a transferir el poder de las burocracias sindicales a los trabajadores de base en todas las fábricas y lugares de trabajo. Estas nuevas formas de organización de clase, que unen a los trabajadores en Francia y en toda Europa, son necesarias para organizar la resistencia y derrotar el programa de fascismo, genocidio y guerra de la oligarquía corporativo-financiera.

El Parti de l'égalité socialiste propone las siguientes demandas, sobre las cuales se puede librar una ofensiva política en la clase trabajadora para generar apoyo para la AIO-CB

¡Incaute los fondos públicos de rescate financiero, expropien la oligarquía capitalista!

Los trabajadores deben rechazar la mentira de que no hay dinero para programas sociales y empleos. Los billones de euros de fondos públicos monopolizados por la oligarquía capitalista en Francia y en toda Europa deben ser incautados y utilizados para financiar empleos y programas sociales. Esto requiere una lucha de la clase trabajadora para expropiar a la oligarquía y convertir las principales empresas de Europa en una red de servicios públicos, al servicio de los intereses del pueblo.

¡Derriben a Macron, eliminen la presidencia ejecutiva de la Quinta República!

La burguesía francesa gobierna contra el pueblo mediante la represión policial y las detenciones masivas de huelguistas. La presidencia ejecutiva de la Constitución francesa de 1958, centro neurálgico de los complots contra la democracia, debe ser abolida. En última instancia, poner fin a los ataques a los derechos democráticos requerirá la transferencia del poder a las organizaciones de la clase trabajadora: así como no puede haber socialismo sin democracia, no puede haber democracia sin socialismo.

¡No a la guerra imperialista, desmantelen la OTAN! ¡Acaben la acumulación militar!

Los planes para enviar tropas francesas a Ucrania, rechazados por la abrumadora mayoría del pueblo, deben detenerse. Francia debe abandonar la alianza imperialista de la OTAN, que amenaza con desencadenar una guerra nuclear con Rusia, como parte de una lucha internacional de la clase obrera para desmantelar la OTAN y poner fin a sus guerras. Ni un centavo debería ir a los aumentos del gasto militar para la “guerra de alta intensidad”, es decir, un asesinato en masa como la actual masacre fratricida de soldados rusos y ucranianos.

¡No al genocidio en Gaza! ¡No a la persecución de los opositores al genocidio!

Los trabajadores en Francia e internacionalmente deben bloquear la producción y entrega de armas a Israel. El enjuiciamiento de los opositores al genocidio de Gaza por cargos falsos de antiterrorismo o antisemitismo debe terminar. Los funcionarios israelíes responsables del genocidio, al igual que los funcionarios franceses y de la OTAN cómplices en él, deben ser procesados.

¡Alto a la persecución de inmigrantes! ¡Por la unidad internacional de la clase trabajadora!

La lucha por el socialismo es inseparable de la lucha por la unidad internacional de la clase obrera. Los trabajadores deben oponerse a la persecución de inmigrantes, al establecimiento de campos de detención masivos para refugiados y a leyes humillantes como las que prohíben la vestimenta musulmana en las escuelas francesas. Esto es esencial para superar los intentos de la élite gobernante de dividir a los trabajadores a lo largo de líneas nacionales y así bloquear una lucha europea contra la guerra y el capitalismo.

¡Por los Estados Unidos Socialistas de Europa!

Los trabajadores y la juventud en Francia tienen aliados poderosos: los millones de trabajadores de toda Europa e internacionalmente opuestos a la guerra, el fascismo, el genocidio y la austeridad. Los burócratas y parlamentarios se interpondrán en el camino. Los trabajadores deben construir organizaciones de base de lucha y un movimiento político para transferir el poder a la clase trabajadora en Francia, en toda Europa e internacionalmente, reemplazando la Unión Europea capitalista por los Estados Unidos Socialistas de Europa.

(Artículo publicado originalmsente en inglés el 9 de septiembre de 2025)

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