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El ataque israelí contra negociadores de Hamás en Catar revela el fraude de las negociaciones de “alto el fuego”

Doha, Catar [Photo by Zairon / CC BY 4.0]

Israel llevó a cabo un ataque aéreo contra la capital catarí, Doha, el martes, con el objetivo de asesinar a los negociadores de Hamás con quienes mantiene conversaciones para un supuesto alto el fuego. Aunque los negociadores de Hamás sobrevivieron, el ataque mató a seis personas, incluyendo al hijo de Khalil al-Hayya, el principal negociador de Hamás, así como a civiles.

Todas las facciones del establishment político israelí respaldaron el ataque. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se jactó del mismo, declarando: “Al inicio de la guerra, prometí que Israel encontraría a quienes perpetraron ese horror. Hoy se cumplió”.

Este ataque en Catar es el segundo gran acto de perfidia internacional llevado a cabo por Israel en los últimos meses. En junio, Israel y Estados Unidos utilizaron las negociaciones sobre el programa nuclear iraní como cobertura para asesinar a gran parte de la dirigencia militar y civil de Irán.

El intento de asesinar a negociadores de Hamás expone, una vez más, el total fraude detrás de las afirmaciones de Estados Unidos e Israel de que buscan una solución negociada para el genocidio que ellos denominan “guerra”. En realidad, las negociaciones son una ficción promovida por los medios de comunicación estadounidenses para encubrir el hecho de que la “guerra” emprendida por Estados Unidos e Israel no es más que un pretexto para conquistar la totalidad de Gaza y asesinar o expulsar a la población palestina.

El domingo, Trump declaró que estaba dando a Hamás una “última advertencia” para aceptar los términos de rendición impuestos por Estados Unidos e Israel. “He advertido a Hamás sobre las consecuencias de no aceptar. ¡Esta es mi última advertencia, no habrá otra!” dijo Trump. Los negociadores de Hamás estaban celebrando una reunión para discutir los términos establecidos por Trump.

Los bombardeos tuvieron como objetivo la capital catarí, Doha, y ocurrieron cerca de escuelas y embajadas. Catar es un aliado regional clave de Estados Unidos, y miles de soldados estadounidenses están desplegados en la base aérea de Al Udeid, en el país.

Doha ha servido como sede de las negociaciones de “alto el fuego” durante el transcurso del genocidio.

El diario Times of Israel, citando a funcionarios israelíes entrevistados por el canal Channel 12, informó que “el presidente estadounidense Donald Trump dio luz verde al ataque israelí en Catar”.

Trump confirmó que fue informado previamente del ataque y afirmó que Estados Unidos había notificado al gobierno catarí que “Israel estaba atacando a Hamás” en la capital. Trump aseguró: “Ésta fue una decisión del primer ministro Netanyahu”, agregando: “No fue una decisión tomada por mí”.

Aunque Trump afirmó que el ataque “no favorece los objetivos ni de Israel ni de Estados Unidos”, evitó condenarlo directamente, declarando que “eliminar a Hamás, que se ha beneficiado de la miseria de quienes viven en Gaza, es un objetivo digno”.

Hace una semana, el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, el teniente general Eyal Zamir, afirmó que Israel buscaría asesinar a miembros de Hamás en todo el Oriente Medio. “Estamos operando en todo Oriente Medio”, dijo a soldados de reserva. “Hamás no tendrá dónde esconderse de nosotros. Donde los localicemos, ya sean miembros de alto o de bajo rango, los atacaremos a todos, todo el tiempo”.

En mayo, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, amenazó al principal negociador de Hamás, Khalil al-Hayya.

En una declaración, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, intentó distanciar a Estados Unidos del ataque en Catar, diciendo: “Israel lo inició, Israel lo llevó a cabo e Israel asume toda la responsabilidad”.

En una declaración, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el ataque como una “violación flagrante de la soberanía e integridad territorial de Catar”.

“Lo que ocurrió hoy es terrorismo de Estado y un intento de desestabilizar la seguridad y estabilidad regional, y Netanyahu está llevando a la región a un punto de no retorno”, dijo el primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, en un discurso televisado. Añadió: “Estos misiles fueron utilizados para atacar a la delegación negociadora de la otra parte. ¿Con qué estándares morales es esto aceptable?”

En una declaración, Turquía afirmó que el ataque a Catar marcaba “la adopción del terrorismo como política de Estado”, en medio de especulaciones en los medios sobre la posibilidad de que Israel lleve a cabo ataques en otros países, incluyendo Turquía.

Pocas horas antes del ataque a Catar, las Fuerzas de Defensa de Israel ordenaron la evacuación total de la ciudad de Gaza, mientras aceleran su campaña para ocupar completamente la ciudad. Aproximadamente un millón de personas permanecen en la ciudad de Gaza, e Israel espera expulsarlas hacia el sur, donde serán internadas en campos de concentración cerca de Rafah, en preparación para su expulsión forzosa de Palestina.

“Les digo a los residentes de Gaza, aprovechen esta oportunidad y escúchenme con atención: han sido advertidos—¡salgan de allí!” dijo Netanyahu el martes.

El mes pasado, el sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC), respaldado por la ONU, declaró oficialmente una hambruna en Gaza. Hasta la fecha, ya han muerto cientos de personas por hambre y desnutrición, y se espera que esa cifra siga aumentando.

Mientras tanto, representantes de la Flotilla Global Sumud, que intenta romper el bloqueo israelí de Gaza y llevar alimentos, denunciaron que sus barcos fueron atacados por drones en dos ocasiones durante las últimas 24 horas, aunque no se reportaron heridos. Entre los participantes de la flotilla se encuentra la activista climática Greta Thunberg.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 9 de septiembre de 2025)

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