Español

El secretario de Defensa británico John Healey promete tropas sobre el terreno en Ucrania

La mañana de la cumbre en Alaska entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladímir Putin, el secretario de Defensa británico John Healey reiteró que el Reino Unido estaba listo para “poner botas sobre el terreno” en Ucrania para reforzar un alto el fuego.

Healey fue preguntado en el programa BBC Breakfast si el papel de Gran Bretaña era “observar y esperar”. Respondió: “No, el papel del Reino Unido es estar con Ucrania en el campo de batalla y en las negociaciones, y prepararse, como lo hemos venido haciendo, liderando a otras 30 naciones, con planificación militar para un alto el fuego y una paz segura a través de lo que llamamos la coalición de los dispuestos”.

El canciller alemán Friedrich Merz asiste a una reunión de su gabinete en la cancillería de Berlín, Alemania, el miércoles 6 de agosto de 2025 [AP Photo/Geert Vanden Wijngaert]

Refiriéndose a un grupo de unas 30 naciones, en su mayoría europeas, Healey agregó que más de 200 planificadores militares de la Coalición de los Dispuestos han participado en una “planificación detallada para el momento de un alto el fuego”, lo que significa que están “listos para actuar desde el primer día”.

“Los planes militares están completos”, añadió. “Estamos listos para poner botas británicas sobre el terreno en Ucrania, en parte para tranquilizar a los ucranianos. Pero también para asegurar cielos y mares seguros y para fortalecer a las fuerzas ucranianas, porque al final el mejor elemento de disuasión contra que Rusia… relance su agresión contra Ucrania es la fuerza de Ucrania para mantenerse por sí misma”.

Consciente de la gravedad de lo que estaba sugiriendo, su entrevistador preguntó qué ocurriría si las tropas británicas fueran atacadas por Rusia. Healey insistió en que las fuerzas británicas tendrían “el derecho a defenderse si son atacadas”.

Healey eligió este momento para reiterar una propuesta hecha conjuntamente por el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron, los instigadores de la “coalición de los dispuestos”, a mediados de febrero. Starmer declaró en ese momento que el grupo estaba listo para poner “botas sobre el terreno y aviones en el aire”.

El primer ministro británico Keir Starmer (segundo desde la izquierda) con el presidente francés Emmanuel Macron (segundo desde la derecha) junto a la estatua de Churchill, cerca del Parlamento durante su visita estatal a Londres, 9 de julio de 2025 [Photo by Simon Dawson/No 10 Downing Street / CC BY-NC-ND 4.0]

Esta propuesta fue precipitada por el temor de los gobiernos europeos de que la guerra por delegación de la OTAN en Ucrania estuviera en peligro debido a la elección de Trump en noviembre pasado. Existía una gran preocupación en las capitales europeas de que Trump estaba menos comprometido con la guerra en Ucrania que la saliente administración de Biden, consideraba que el conflicto era un problema europeo y sentía que estaba impidiendo a Estados Unidos perseguir otros intereses geopolíticos—en el Medio Oriente y, sobre todo, contra China.

Desde enero, los gobiernos de Londres, París y Berlín elaboraron un plan para preservar su participación en Ucrania basado en una fuerza de paz europea que sería desplegada en ese país, requiriendo de Washington solamente una “garantía de respaldo”: el continuo suministro de datos satelitales e inteligencia por parte de Estados Unidos, sin los cuales la guerra no podría continuar, y una garantía de respuesta estadounidense si las tropas europeas fueran atacadas.

Esperaban evitar así quedar excluidos de los acuerdos comerciales en torno a la explotación de los recursos naturales ucranianos, los cuales están siendo discutidos unilateralmente entre Trump y Putin en Anchorage. Y también esperaban que esto pudiera sabotear la posibilidad de un alto el fuego por completo—dado que Rusia ha declarado la presencia de tropas de la OTAN en Ucrania como una línea roja—o, si se aceptaba, colocarse en una posición para sabotear cualquier acuerdo de paz en el futuro. Se hablaba abiertamente de que soldados muertos de la OTAN harían imposible para Trump ignorar el compromiso del Artículo 5 de defensa colectiva.

Estos planes fueron frustrados a corto plazo por la negativa combinada de los poderes europeos a aportar colectivamente los 30.000 soldados propuestos, y el rechazo tajante del plan por parte de la administración Trump.

Bloomberg informó en junio, según personas familiarizadas con el asunto: “Los aliados europeos han concluido, durante discusiones con sus homólogos estadounidenses, que el presidente Donald Trump no brindará las garantías que han buscado para respaldar la ‘coalición de los dispuestos’ liderada por Europa”. Esto no se modificó con el cambio de nombre de la provocadora “Coalición de los Dispuestos”—una evocación deliberada a la guerra contra Irak—como una “fuerza de aseguramiento”.

A medida que la posibilidad de un acuerdo entre Washington y Moscú, excluyendo a los europeos, se volvió más probable, los esfuerzos por reactivar la coalición de los dispuestos se intensificaron, aún liderados por Gran Bretaña y Francia. Durante la visita de Estado de Macron al Reino Unido en julio, se organizó una cumbre franco-británica para discutir la formación de una fuerza paneuropea de 50.000 tropas. También se discutió, según Healey, la cooperación nuclear y la “disuasión frente a las amenazas extremas que nuestros países en Europa puedan enfrentar”.

Sin embargo, las ambiciones de las potencias imperialistas europeas siguen superando por mucho sus capacidades. Según informó el Times este miércoles, “los jefes militares británicos han abandonado la idea de un contingente de 30.000 soldados para proteger los puertos y ciudades de Ucrania.

“Ahora se dice que están proponiendo una misión más ‘realista’ que involucre aseguramiento aéreo sobre el oeste de Ucrania, apoyo al entrenamiento del ejército ucraniano y desminado del mar Negro”.

Según el Times, “algunas naciones europeas temían que el despliegue de decenas de miles de tropas para proteger sitios importantes en Ucrania fuera demasiado arriesgado y no estaban dispuestas a proporcionar suficientes efectivos para disuadir al presidente Putin de un ataque, dejando frustrados a otros”.

Estas divisiones se reflejaron en el comunicado de los Copresidentes de la Coalición de los Dispuestos publicado ese mismo día, el cual anunciaba, en un lenguaje cuidadosamente matizado, que el grupo estaba “listo para desempeñar un papel activo, incluso a través de planes de aquellos dispuestos a desplegar una fuerza de aseguramiento una vez que cesen las hostilidades”. [énfasis agregado]

No obstante, los europeos siguen presionando a favor de esta política con la esperanza de evitar quedar marginados por Washington. Esto continúa encubierto con declaraciones cínicas sobre su sagrado deber de defender la soberanía ucraniana, e incluso invocaciones sobre la supuesta simetría entre la guerra contra el fascismo en 1939-45 y la guerra de Ucrania contra Rusia.

Los comentarios de Healey demuestran una vez más que las potencias imperialistas europeas prefieren prolongar la guerra en Ucrania, al costo de cientos de miles de vidas ucranianas y rusas, antes que aceptar un acuerdo de paz que obstaculice sus ambiciones globales depredadoras. Confirman que si emerge algún tipo de alto el fuego de las negociaciones en Alaska o más adelante, Londres, París y Berlín considerarían esto un revés que debe revertirse en la primera oportunidad posible.

(Artículo originalmente publicado en inglés el 15 de agosto de 2025)

Loading