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La BBC sobre Gaza: parcialidad en apoyo al imperialismo británico

El Centro para el Monitoreo de Medios (CfMM, por sus siglas en inglés) ha presentado pruebas condenatorias que demuestran una parcialidad sistemática contra los palestinos en la cobertura de la BBC sobre la guerra de agresión estadounidense-israelí contra Gaza.

La emisora estatal británica, financiada con fondos públicos y cuyo consejo directivo está repleto de nombramientos gubernamentales, actúa para silenciar y censurar opiniones disidentes en consonancia con el respaldo del gobierno a la guerra de EE.UU. e Israel contra los palestinos. El gobierno laborista de Keir Starmer ha continuado suministrando armamento e inteligencia al Estado sionista para llevar a cabo sus ataques como parte de los planes más amplios de su aliado en Washington por controlar una región rica en recursos y de importancia geoestratégica.

BBC sobre Gaza-Israel [Photo by Centre for Media Monitoring]

El papel de la BBC como vocero del imperialismo británico tiene una importancia mundial debido al alcance global del medio, lo que hace de Londres un centro de actividades de cabildeo y gestión mediática por parte de corporaciones y Estados nacionales.

Un panorama claro surgió del análisis realizado sobre el contenido de la BBC: la emisora marginó el sufrimiento de los palestinos mientras amplificaba las narrativas israelíes. Una y otra vez, la BBC no informó de manera imparcial sobre los ataques de Israel contra Gaza. Por ejemplo, el estudio demuestra que la BBC dedicó 33 veces más cobertura por muerte israelí, y utilizó significativamente más lenguaje emotivo que en el caso de las muertes palestinas, a pesar de que en los primeros 12 meses de la ofensiva israelí murieron 42.010 palestinos frente a 1.246 israelíes, una proporción de 34:1.

El informe del CfMM, titulado La BBC sobre Gaza-Israel: Una historia, doble rasero, 2023-24, en continuidad con su estudio previo Parcialidad en los medios: Gaza 2023-24, examinó el lenguaje de la BBC, la desproporción en el número de víctimas, las voces palestinas e israelíes, los rehenes israelíes frente a los más de 10.000 palestinos detenidos sin cargos (muchos de ellos menores), la destrucción sistemática de infraestructura civil en Gaza y los ataques dirigidos contra personal médico y periodistas.

Se analizaron 3.873 artículos y 32.092 piezas de transmisiones de televisión/radio durante los primeros 12 meses de la guerra, junto con casi 8.000 artículos de la BBC sobre el conflicto en Ucrania como punto de comparación. Se concluyó que las muertes palestinas eran consideradas menos noticiables que las israelíes y que se usaba un lenguaje menos emotivo. La BBC no trató de igual forma a entrevistados independientes o palestinos en comparación con los israelíes o proisraelíes. No proporcionó contexto sobre el conflicto prolongado antes del 7 de octubre de 2023; suprimió o minimizó las denuncias de genocidio y crímenes de guerra, interrumpiendo a los invitados que hacían tales acusaciones en más de 100 ocasiones; y representó de forma distinta a los detenidos ilegales israelíes y palestinos.

El informe se publica después de que la BBC suspendiera el documental Gaza: Doctores bajo ataque, argumentando que la película “podía generar una percepción de parcialidad”. El documental fue finalmente transmitido en Channel 4 y está siendo proyectado en salas de cine.

La BBC justificó las repetidas demoras diciendo que estaba esperando el resultado de un informe sobre la realización de otro documental, Gaza: Cómo sobrevivir en una zona de guerra. Eliminó la película de su plataforma iPlayer a principios de este año tras revelarse que su narrador, de 13 años, era hijo de un funcionario vinculado a Hamás, el Dr. Ayman Alyazouri. La película fue difamada como “propaganda” de Hamás, a pesar de que incluye voces palestinas críticas con Hamás y no aboga por ninguna posición política.

Ben de Pear, productor del documental sobre el personal médico y exeditor de Channel 4 News, acusó a la BBC de intentar impedir que hablara sobre el “doloroso trayecto” de llevar el documental a la pantalla, exigiéndole que firmara cláusulas legales de silencio. En LinkedIn, escribió: “Rechacé y me negué a firmar la doble cláusula de confidencialidad que los jefes de la BBC intentaron que firmara en varias ocasiones. No solo podríamos haber sido demandados por decir que la BBC se negó a emitir la película (algo palpable y demostrablemente cierto), sino que, si lo hubiera dicho otra compañía, la BBC podría haberla demandado.”

Criticó al director general de la BBC, Tim Davie, en una conferencia en Sheffield por la decisión de cancelar la proyección del documental: “Él es simplemente un relacionista público. Tim Davie está tomando decisiones editoriales para las que, francamente, no está capacitado”. La decisión de Davie provocó que más de 110 periodistas de la BBC firmaran una carta expresando su “preocupación sobre decisiones editoriales opacas y censura en la BBC respecto a la cobertura de Israel/Palestina”.

En contraste, el Sindicato Nacional de Periodistas (NUJ, por sus siglas en inglés) y el resto de los sindicatos que supuestamente representan a los trabajadores de la BBC han guardado un silencio notorio. No hay una sola palabra de crítica sobre la cobertura de la BBC respecto a las guerras de Israel en el sitio web del NUJ.

Los periodistas de la BBC estuvieron entre más de 400 celebridades y figuras mediáticas, incluidas Miriam Margolyes, Alexei Sayle y Juliet Stevenson, que firmaron una carta la semana pasada afirmando que la decisión de la BBC de cancelar el documental “demuestra, una vez más, que la BBC no está informando ‘sin temor ni favoritismo’ cuando se trata de Israel”. Afirmando que “la manera inconsistente en que se aplica la guía de la emisora resalta el papel de [Sir Robbie] Gibb en el Consejo de Administración de la BBC y en el comité de estándares editoriales”, exigieron su destitución por un claro conflicto de intereses respecto a Oriente Medio.

Gibb, periodista, asesor político y director del fideicomiso benéfico que posee el rabiosamente proisraelí Jewish Chronicle (JC), fue nombrado por el gobierno conservador de Boris Johnson en 2020. El año pasado, el JC fue expuesto como portavoz de Netanyahu después de publicar noticias falsas escritas por un periodista ficticio con el objetivo de manipular la opinión pública a favor del mandatario israelí. Gibb forma parte del comité clave que supervisa los estándares editoriales en la BBC, y ha denunciado la cobertura de Israel/Palestina de la emisora como “parcial” contra Israel. Se ha negado a renunciar.

La semana pasada, Alan Rusbridger, editor de la revista Prospect y exeditor de The Guardian, escribió que la BBC le informó que Gibb no se había excusado de ninguna discusión “sobre la cobertura de la BBC del conflicto entre Israel y Gaza”.

El nombramiento de Gibb en el Consejo de la BBC confirma la “puerta giratoria” entre los medios de comunicación, Westminster y el mundo del cabildeo.

La respuesta del director general y del presidente del consejo directivo de la BBC ante la indignación de los partidarios del genocidio en Gaza por no censurar una transmisión en vivo desde Glastonbury en la que Bobby Vylan lideraba cánticos de “Muerte, muerte a las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel]”, fue inmediata. Emitieron disculpas serviles, suspendieron a algunos trabajadores que participaron en la transmisión y forzaron la renuncia del jefe de música. En menos de cinco horas, la BBC eliminó el video.

Declassified UK analizó los reportajes en línea de la BBC (excluyendo videos) del 13 al 26 de junio, durante la guerra estadounidense-israelí contra Irán, supuestamente para evitar que Irán adquiriera armamento nuclear. Encontró 103 artículos y otros 821 textos breves en la cobertura en vivo de la BBC etiquetados con Irán o Israel. Solo seis de esos 103 artículos mencionaban la posibilidad de que Israel poseyera armas nucleares, a pesar de ser un hecho ampliamente reconocido, con el instituto de investigación sueco SIPRI estimando que posee al menos 90 ojivas nucleares.

La parcialidad sistemática de la BBC en favor de Israel refleja el creciente abismo entre la élite dominante británica, que permite y apoya la guerra de aniquilación de Israel contra Gaza, y la gran mayoría del público que se ha manifestado en millones tanto en Reino Unido como en todo el mundo contra la guerra. El gobierno sabe muy bien que su apoyo a la guerra genocida de Israel contra el pueblo palestino, al igual que su apoyo a la invasión criminal de Irak en 2003 por parte de EE.UU., se fundamenta en una sarta de mentiras y contradicciones. También sabe que una cobertura veraz podría encender un movimiento de masas contra la guerra, el capitalismo y por el socialismo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 9 de julio de 2025)

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