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Trump y Netanyahu redoblan su plan de limpieza étnica en Gaza

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una cena formal el lunes, durante la cual ambos reiteraron sus planes de expulsar por la fuerza a la población palestina de Gaza como preparación para su anexión del enclave.

Cuando se le preguntó: “¿Todavía está sobre la mesa su plan de reubicación de los palestinos?”, Netanyahu elogió la “visión brillante” de Trump para expulsar a los palestinos de Gaza. “Creo que el presidente Trump tuvo una visión brillante. Se llama libre elección”, dijo Netanyahu.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, a la derecha, entrega al presidente Donald Trump una carpeta durante una reunión en la Sala Azul de la Casa Blanca, el lunes 7 de julio de 2025, en Washington. [AP Photo/Alex Brandon]

Continuó: “Estamos trabajando estrechamente con Estados Unidos para encontrar países que acepten” a los palestinos desplazados por la fuerza. Trump agregó: “Y hemos tenido una gran cooperación por parte de los países circundantes. Así que algo bueno va a pasar.”

Al hablar de “libre elección” para abandonar Gaza, Netanyahu se refiere a que pretende hacer morir de hambre y asesinar por miles a los palestinos, de modo que los sobrevivientes “elijan” irse.

Cuando Trump propuso por primera vez su plan para “poseer” Gaza y expulsar al pueblo palestino a otros países a principios de este año, los medios de comunicación de EE.UU. lo descartaron como una fantasía sin conexión con planes reales del imperialismo estadounidense e israelí.

En realidad, la limpieza étnica de Gaza ha sido un objetivo a largo plazo del gobierno de Netanyahu, que utilizó los acontecimientos del 7 de octubre de 2023 como pretexto para implementar este plan. Trump, a diferencia de su predecesor Biden, declaró abiertamente la política israelí que respalda Estados Unidos.

Ahora, seis meses después de haber sido inicialmente propuesto, el gobierno israelí está haciendo planes de largo alcance para llevar a cabo esta política de limpieza étnica, utilizando su control del suministro de raciones mínimas de alimentos como un medio para atraer a la población de Gaza al sur del enclave, donde será concentrada en campos de internamiento y luego expulsada del país.

El plan de Trump y Netanyahu para desplazar a la población de Gaza es una violación flagrante de la prohibición del traslado forzoso de civiles durante conflictos armados, estipulada en la Cuarta Convención de Ginebra. Su plan para robar las tierras palestinas también viola el tratado de las Naciones Unidas de 1970, ratificado por Estados Unidos, que establece: “El territorio de un Estado no será objeto de adquisición por parte de otro Estado como resultado de la amenaza o uso de la fuerza”.

Como resultado de los crímenes de guerra cometidos por Israel en el marco de la limpieza étnica en curso de Gaza, Netanyahu se enfrenta a una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional.

Cuando se le preguntó sobre una declaración hecha hace cinco meses por Zohran Mamdani, candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York, en la que aseguraba que haría cumplir la orden de arresto de la CPI contra Netanyahu si era elegido alcalde, Trump y Netanyahu respondieron con un ataque furioso, tildando a Mamdani de comunista. Netanyahu desestimó las acusaciones de crímenes de guerra en su contra calificándolas de “ridículas” y “no serias”.

Los comentarios sanguinarios de ambos se convirtieron en una farsa cuando Netanyahu entregó a Trump una carta que había enviado al Comité del Premio Nobel, proponiéndolo para el Premio Nobel de la Paz, declarando: “Está forjando la paz, mientras hablamos, en un país, en una región tras otra.”

Después de que Netanyahu pidiera que al presidente estadounidense se le concediera el Premio Nobel de la Paz, Trump no pudo resistirse a jactarse de haber lanzado “las bombas más grandes jamás lanzadas, las bombas más grandes que hemos lanzado sobre alguien, si uno piensa en no nucleares”, contra Irán el mes pasado.

A pesar del aspecto grotesco y farsesco del evento, los planes homicidas discutidos por ambos hombres son muy reales y muy serios.

El lunes, el ministro de defensa de Israel, Israel Katz, anunció planes para construir lo que llamó una “ciudad humanitaria” sobre las ruinas de la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, que albergaría a toda la población palestina.

Katz afirmó que, una vez en el interior, los residentes no podrían salir, ya que el campamento estaría vigilado por el ejército israelí.

También declaró que la construcción del campo se coordinaría con “el plan de emigración, el cual se llevará a cabo”.

Mientras tanto, Reuters informó que la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), una organización de ayuda respaldada por EE.UU. e Israel, ha elaborado una propuesta para establecer campos, los cuales denomina “Áreas de Tránsito Humanitario”, tanto dentro como fuera de Gaza.

Al menos 600 palestinos han sido asesinados en las últimas cinco semanas en distribuciones de alimentos organizadas por la GHF, según la oficina de medios del gobierno de Gaza.

Estas matanzas han ocurrido en más de 20 masacres separadas, las cuales se han vuelto casi cotidianas como parte crítica del genocidio en curso en Gaza.

La semana pasada, el Financial Times informó sobre un documento estratégico secreto elaborado por Boston Consulting Group, una de las principales firmas consultoras corporativas de EE.UU., para la “reubicación” de palestinos desde Gaza. El FT informó que Boston Consulting Group estimó un “ahorro de 23.000 por cada palestino reubicado”. En un artículo de portada publicado el domingo, el Financial Times reveló que el plan se elaboró con la participación de asesores del ex primer ministro laborista británico Tony Blair.

Condenando los planes de limpieza étnica de Estados Unidos e Israel, Michael Sfard, uno de los principales abogados de derechos humanos de Israel, declaró: “Aunque el gobierno aún llama a la deportación ‘voluntaria’, la gente en Gaza está bajo tantas medidas coercitivas que ninguna salida de la franja puede considerarse legalmente como voluntaria”.

Agregó: “Cuando obligas a alguien a abandonar su tierra natal, eso constituye un crimen de guerra en el contexto de una guerra. Si se hace a gran escala como lo planean, se convierte en un crimen de lesa humanidad”.

La semana pasada, el periódico israelí Haaretz publicó una investigación con entrevistas a soldados israelíes, quienes dijeron que se les ordenó repetidamente disparar contra multitudes desarmadas que buscaban ayuda alimentaria.

Hasta la fecha, Israel ha asesinado a 57.000 personas en Gaza, mientras todo el enclave se encuentra al borde de la hambruna, con miles de casos de desnutrición aguda diagnosticados el mes pasado únicamente.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 8 de julio de 2025)

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