thEl número de muertos superó los 80 en el desastre por inundación repentina en el centro de Texas, mientras los equipos de rescate y recuperación continuaban la búsqueda de sobrevivientes y víctimas hasta la noche del domingo. La gran mayoría de las muertes, 68, ocurrieron en el condado de Kerr, al noroeste de San Antonio, donde el río Guadalupe se desbordó en una pared de agua de hasta 9 metros de altura.
Entre los fallecidos del condado de Kerr se encontraban 40 adultos y 28 niños, muchos de ellos provenientes del campamento cristiano Mystic Camp, un campamento de verano para niñas ubicado a la orilla del río, que fue arrasado en las primeras horas del viernes 4 de julio. Once niñas y un adulto siguen desaparecidos del campamento, que albergaba a 750 personas, incluidos niños desde los ocho años de edad.
Las fuertes lluvias del domingo obstaculizaron los esfuerzos de rescate y recuperación. Por la tarde, las autoridades del condado de Kerr instaron a los periodistas y a los pocos residentes locales restantes en la zona de inundación a trasladarse a tierras más altas, ante la probabilidad de una nueva crecida del río.
Las lluvias torrenciales provocadas al menos en parte por la disolución de la tormenta tropical Barry en el Golfo de México fueron la causa inmediata de la inundación, pero tanto el cambio climático como el impacto de los recortes presupuestarios de la administración Trump jugaron indudablemente un papel en el enorme saldo humano.
La región conocida como “Hill Country” en Texas es un extenso arco de terreno áspero e irregular, atravesado por barrancos, que se extiende desde el área metropolitana de Dallas-Ft. Worth hacia el oeste y el sur, rodeando Austin y San Antonio. Los ríos que atraviesan esta región relativamente árida pueden acumular enormes cantidades de escorrentía durante tormentas intensas, en particular si éstas perduran por varios días, como fue el caso la semana pasada.
Existe una larga historia de inundaciones en el río Guadalupe, pero ésta es, con diferencia, la peor de una docena aproximadamente de catástrofes similares ocurridas en el último siglo. La inundación más trágica previa cobró la vida de diez niñas en otro campamento de verano a lo largo del mismo río en 1987.
A pesar de ello, las autoridades del condado de Kerr han rechazado las peticiones de establecer un sistema de alerta temprana para inundaciones repentinas, similar al que se utiliza en regiones propensas a tornados en EE.UU., alegando que sería demasiado costoso. Aunque se trata de un condado en su mayoría rural, no está exento de recursos, con una población de ingresos medios de más de 50.000 personas en las afueras del área metropolitana de San Antonio.
Políticamente, la zona está dominada por republicanos de extrema derecha que se oponen prácticamente a cualquier forma de gasto público. Trump ganó el condado de Kerr con el 77 por ciento de los votos en las elecciones del pasado noviembre. El congresista local es el republicano Chip Roy, uno de los miembros más derechistas del fascista Freedom Caucus de la Cámara de Representantes.
Los residentes informaron haber recibido poca o ninguna advertencia antes de que comenzara la inundación. Muchos fueron despertados por el agua misma, mientras que las alertas del Servicio Meteorológico Nacional solo llegaron a través de mensajes telefónicos a la 1 a.m. del viernes, cuando la mayoría de la población ya dormía. El jueves solamente se había emitido una alerta de vigilancia por posibles inundaciones, que advertía sobre “escorrentía excesiva” con lluvias esperadas entre “5 y 7 pulgadas”. En cambio, cayeron entre 25 y 30 centímetros en pocas horas, con lecturas aisladas de hasta 40 centímetros.
Según funcionarios estatales, el río Guadalupe subió 8 metros en apenas 45 minutos, lo que dejó a quienes despertaron con la inundación prácticamente sin tiempo para reaccionar.
Christopher Flowers, citado por Associated Press, comentó que nada en el pronóstico del tiempo le preocupó, y solo supo de la inundación cuando despertó en medio de la noche con el agua hasta los tobillos. “Lo que se necesita es algún tipo de sistema externo, como una alerta de tornado que le diga a la gente que debe salir de inmediato”, dijo Flowers, de 44 años.
El miércoles, la División de Manejo de Emergencias de Texas (TDEM) fue activada, señalando “amenazas crecientes de inundaciones” en partes del oeste y centro de Texas. Se movilizaron equipos de rescate acuático y otros recursos a la zona, dado que algunos modelos predecían altos niveles de precipitaciones.
En Texas y en todo el mundo, las inundaciones se han vuelto más intensas y frecuentes como resultado del calentamiento global en curso. Lo mismo ha ocurrido con otros fenómenos meteorológicos extremos. La administración Trump, como parte de su ofensiva contra la ciencia, prohibió de facto a las agencias de manejo de desastres incluso mencionar el cambio climático, mientras aplicaba profundos recortes al Servicio Meteorológico Nacional (NWS) y su agencia matriz, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
Durante la ola de recortes presupuestarios impulsada por Elon Musk y el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), se eliminaron unos 2.300 puestos en la NOAA, así como 600 en el NWS. Ambas oficinas del NWS cercanas a la zona afectada, en San Antonio y San Angelo, estaban con personal insuficiente. El meteorólogo de la oficina de San Antonio encargado de la coordinación con las agencias locales de manejo de desastres se jubiló anticipadamente en abril debido a la purga del DOGE.
Estos recortes llevaron a una situación en la que las oficinas responsables de predecir tornados superaron el nivel crítico del 20 por ciento de vacantes, según expertos. El número de globos meteorológicos, fundamentales para la predicción oportuna y precisa de fenómenos como inundaciones, se redujo en torno al 15–17 por ciento. Algunas oficinas locales del NWS redujeron sus lanzamientos dos veces al día o los suspendieron totalmente por falta de personal.
Los demócratas también son responsables directos de esta catástrofe, al ofrecer solo una oposición superficial a la embestida del DOGE, y posteriormente aprobar una resolución de continuidad respaldada por Trump para evitar el cierre del gobierno federal. Cuando el Congreso aprobó la ley de impuestos y gastos de Trump por 4 billones de dólares la semana pasada, los demócratas no hicieron más que lamentarse, negándose a convocar una sola protesta.
Alegan oponerse a los recortes en la NOAA, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y otras agencias responsables del bienestar de cientos de millones de estadounidenses. Pero los fondos recortados de estas agencias están siendo redirigidos hacia el fortalecimiento del aparato militar-inteligencia, que los demócratas apoyan plenamente, así como hacia la enorme maquinaria de deportación que Trump está construyendo.
Trump ha rechazado las sugerencias de que estos recortes hayan tenido algún papel en la tragedia del centro de Texas.
“Si ves eso, toda esa situación fue realmente heredada de Biden. No fue algo que nosotros organizamos, pero tampoco culparía a Biden”, dijo tras pasar el fin de semana en su club de golf de Nueva Jersey. Afirmó que dada la magnitud de la inundación, ninguna preparación habría marcado la diferencia. En lugar de ofrecer soluciones, recurrió a las típicas fórmulas vacías de los políticos capitalistas ante una catástrofe, elogiando el patriotismo de los socorristas y ofreciendo sus oraciones “por todas las familias afectadas por esta horrible tragedia”.
Mientras tanto, los aliados fascistas de Trump en el Congreso promovieron otra teoría de conspiración para explicar el desastre, con la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) anunciando que presentará un proyecto de ley para prohibir la “modificación del clima” por parte de agencias gubernamentales o individuos privados.
La catástrofe en el centro de Texas es un crimen del capitalismo. Decenas de muertos no porque estos eventos sean impredecibles, sino porque la sociedad está organizada en función de los intereses lucrativos de la oligarquía financiera, no de las necesidades humanas.
(Artículo originalmente publicado en inglés el 6 de julio de 2025)