Los trabajadores automotores mexicanos se han sumado al creciente apoyo internacional a la investigación iniciada por la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB) sobre la muerte de Ronald Adams Sr. en la planta Dundee Engine de Stellantis en Míchigan el 7 de abril.
Los mensajes de apoyo se producen en el contexto de la guerra arancelaria de Trump y el acatamiento del aparato sindical en ambos lados de la frontera a las exigencias de las empresas de concesiones en materia de salarios y condiciones laborales, incluida la seguridad, para mantener la producción en cada país.
En México, el mayor exportador del país, General Motors y el llamado “sindicato independiente” SINTTIA, tras prometer aumentos salariales de al menos un 15 por ciento, impusieron aumentos de solo alrededor del 10 por ciento, culpando a los aranceles. GM anunció luego una inversión de $4 mil millones para trasladar parte de la producción de México de vuelta a Estados Unidos debido a la guerra comercial, sin duda tras garantías de recortes de costos por parte del sindicato United Auto Workers (UAW), cuyo presidente, Shawn Fain, ha aplaudido abiertamente los devastadores aranceles de Trump.
En un momento en que los trabajadores solo pueden defender su derecho a la seguridad en el lugar de trabajo construyendo un movimiento internacional para tomar control sobre las condiciones laborales de las manos de las transnacionales y los sindicatos y Gobiernos nacionalistas, las expresiones de solidaridad y llamados de trabajadores al sur de la frontera asumen una importancia crucial.
Fernando, un trabajador de la planta de ensamble de General Motors en Silao, en el centro de México, expresó su solidaridad con la familia de Adams y respondió con indignación a las conclusiones iniciales de que la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Michigan (MIOSHA, por sus siglas en inglés) ni siquiera ha entrevistado a los contratistas responsables de la programación de la grúa y la lavadora en las que Adams estaba trabajando cuando la grúa lo aplastó.
Los trabajadores del complejo Silao ya tienen un historial de solidaridad internacional. En 2019, un grupo de base llamado “Generando Movimiento”, opuesto al sindicato de la empresa, sufrió despidos por apoyar la huelga nacional de GM en Estados Unidos ese año negándose a hacer horas extra y acelerar el trabajo. La AFL-CIO y su Centro de Solidaridad intervinieron posteriormente con dinero para entrenar a algunos de estos trabajadores como dirigentes sindicales proempresariales, quienes más tarde fundaron el SINTTIA.
“Esto es una grave falla administrativa, claro que procede una demanda,” Fernando dijo. Refiriéndose a la investigación, añadió: “Bueno, esto hay que extenderlo a todas las empresas que se pueda. Estos problemas son a nivel mundial. Pero si no se cacaraquea el huevo quien sabrá de ellos solo se quedan en un pequeño eco. Debemos difundirlo todos en general”.
Ernesto Tolentino, un extrabajador de GM Silao que fue objeto de un despido injusto y una compensación insultante tras una incapacidad laboral extensa, insistió en que los trabajadores mexicanos deberían apoyar tales iniciativas también: “Pues muchos compañeros de GM Silao dicen que ya les aumentaron la aceleración de las líneas de producción. Además los 2 sindicatos la verdad NO hacen nada por los trabajadores, si acaso hacen algo es a los que andan de barberos con ellos. Los 2 sindicatos que están ahí son el SINTTIA y Coalición [de la confederación de Trabajadores de México; CTM]”.
“De verdad, me parece muy bien la investigación”, dijo, urgiendo a sus compañeros en México a apoyarla y reproducirla.
En GM Silao, muchos compañeros desgraciadamente se están lesionando su espalda, sus pies. Tienen mucho estrés por lo mismo de la carga de trabajo que hay. Y el estrés puede causar mucho malestar en los empleados. Puede causar que se accidenten o en el mayor caso puede causar lo que es un derrame cerebral, un paro cardíaco. Aquí en México se vio el caso de un trabajador de una refresquera que estaba muy cansado y les pidió a sus jefes que le dieran vacaciones que le dieran vacaciones. No le dieron vacaciones y en su trabajo se murió. Le dio un paro cardíaco. La verdad es mucha presión en General Motors y muchas empresas aquí en Guanajuato y todo el país.
Sí hay trabajo pero la verdad es muy presionado. Te lo digo porque trabajé 15 años allá y te pagan bien pero así como te pagan te presionan bien feo. Y la verdad sales muy cansado, estresado, fatigado, no sabes ni qué onda. Lo que he oído de mis compañeros es que los nuevos les dan trabajos muy simples—materiales y así—porque ya no los quieren meter a línea. Por lo mismo de que no aguantan la chinga. Y me pregunto qué pasa cuando un trabajador de línea quiere ir a un área más tranquila porque no soporta ahí. El jefe, LED, no quieren porque son incapaces de lidiar con uno nuevo y no aguantan la friega de GM.
Por eso es bueno que se investigue esto tanto en Estados Unidos como aquí en México, en todas las plantas de GM, en Ramos Arizpe, San Luis, Silao y Toluca. La verdad los sindicatos de GM Silao, no hacen nada por los trabajadores.
Efraín, otro trabajador de GM Silao, dijo que leyó con cuidado los reportes de la investigación de base sobre la muerte de Adams. “Y pues, qué te puedo decir. Desgraciadamente así es la vida. Estamos expuestos a todo,” dijo y explicó:
En las empresas aunque tengan o tomen según la empresa sus protocolos de seguridad no se llevan a cabo como lo presumen. Te comento porque al menos yo acá tantos actos inseguros que vi, tanto en carrocerías y más en el área de ensamble general. Te das cuenta que para ellos es más importante la producción que la seguridad de las y los trabajadores.
Sobre la investigación, Efraín ofreció un consejo: “Me parece muy bien y correcto. Solamente que, también es un arma de 2 filos. Siempre y cuando no los vayan a querer sobornar a los trabajadores. Necesitan escoger personas con valores y principios”.
Finalmente, un trabajador textil de Delta Staff en Durango, al norte de México, respondió a la noticia de la investigación con un mensaje al WSWS:
En solidaridad con la familia de Ronald Adams. Es frecuente que en pleno siglo XXI los trabajadores mueran diariamente en las fábricas de todo el mundo. Siempre es un error de maquinaria. No respondió el dispositivo de seguridad o en el que se culpa directamente al trabajador.
Nunca se castiga al patrón que por omisiones en sus sistemas de seguridad causan la muerte de miles de trabajadores.
Un abrazo y pronta resignación para la familia de Ronald Adams. Ni una muerte más de un trabajador en un espacio laboral.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 13 de junio de 2025)
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