El secuestro del barco de la Flotilla de la Libertad Madleen por parte de la marina israelí, mientras se dirigía a Gaza, es un acto flagrante de piratería en defensa del genocidio en Gaza respaldado por el imperialismo.

En las primeras horas del lunes por la mañana, drones cuatricópteros y buques de guerra israelíes rodearon al Madleen, con bandera del Reino Unido, le dispararon pintura blanca y lo abordaron ilegalmente en aguas internacionales, secuestrando a todos los que estaban a bordo y su carga humanitaria. Entre los secuestrados y trasladados a Israel se encontraban la activista climática sueca Greta Thunberg y la legisladora de Francia Insumisa (LFI) Rima Hassan.

La Coalición de la Flotilla de la Libertad, que mantuvo contacto con el Madleen desde Catania, Sicilia, declaró que el barco fue “interceptado por la fuerza por el ejército israelí a las 3:02 a.m. CET en aguas internacionales en 31.95236°N, 32.38880°E. El barco fue abordado ilegalmente, su tripulación civil desarmada secuestrada, y su carga vital —incluida leche de fórmula para bebés, alimentos y suministros médicos— confiscada”.

El secuestro del Madleen es el más reciente ataque contra barcos que desafían el ilegal bloqueo israelí de Gaza. En 2010, las fuerzas israelíes bombardearon el barco turco de ayuda humanitaria Mavi Marmara mientras se dirigía a Gaza, matando a 10 personas. En mayo, el buque Conscience de la Flotilla de la Libertad fue bombardeado por drones israelíes en aguas internacionales cerca de Malta, lo que provocó su incendio y forzó a su tripulación a abandonar el barco.

El ataque contra el Madleen expone no solo la barbarie del régimen sionista, sino también la continua colaboración de las potencias imperialistas con el genocidio de Israel en Gaza. El mes pasado, los gobiernos de Francia, Reino Unido y Canadá emitieron una condena vacía ante el impulso cada vez más violento para limpiar étnicamente Gaza utilizando el hambre como arma de guerra. Pero más allá de esa retórica, no ha cambiado nada.

El gobierno laborista de sir Keir Starmer en el Reino Unido continúa suministrando componentes para los aviones F-35 israelíes que siguen bombardeando Gaza.

La Coalición de la Flotilla de la Libertad había llamado a Starmer a proteger el barco. Una declaración publicada en las primeras horas del sábado decía: “Como embarcación que enarbola la bandera británica, está bajo la jurisdicción y responsabilidad del gobierno del Reino Unido, que tiene un deber legal de defender al Madleen y a los civiles a bordo, y de prevenir cualquier interferencia ilegal —incluyendo cualquier amenaza o uso de la fuerza— por parte de potencias extranjeras como Israel”.

La coalición pidió al gobierno que emitiera una advertencia pública a Israel de que cualquier acción contra el Madleen es “inaceptable e ilegal” y urgió al Reino Unido a “cumplir con sus obligaciones legales” para “prevenir el genocidio”, incluyendo rechazar “la legitimidad del bloqueo israelí y apoyar activamente los esfuerzos por entregar ayuda humanitaria y defender el derecho internacional”.

Tras la captura del barco, según fuentes que hablaron con el exembajador británico Craig Murray, el secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy, ordenó a los funcionarios de la Oficina de Asuntos Exteriores, Commonwealth y Desarrollo (FCDO) que no consultaran con asesores legales del departamento ni con expertos marítimos, incluyendo la Marina Real, respecto al Madleen.

Los diplomáticos franceses habían dado garantías anónimas de que Francia ayudaría al buque, ya que la mayoría de los que estaban a bordo eran ciudadanos franceses. Declararon al medio blast-info: “Francia sigue con atención la situación del velero [Madleen], ya que a bordo hay seis ciudadanos franceses. Si es necesario, estamos listos para asistir a nuestros ciudadanos”.

El domingo, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, amenazó al Madleen: “He instruido a las fuerzas de defensa de Israel [FDI] para que actúen para impedir que el flotilla del odio ‘Madeleine’ [sic] llegue a las costas de Gaza y tomen todas las medidas necesarias para lograrlo… A la antisemita Greta y a sus compañeros portavoces de propaganda de Hamás, les digo claramente: deben dar la vuelta porque no llegarán a Gaza. Israel actuará contra cualquier intento de romper el bloqueo o de asistir a organizaciones terroristas —por mar, aire y tierra”.

Al final, Francia no tomó ninguna medida para proteger al Madleen del ilegal ataque militar del régimen sionista. Reino Unido envió un avión espía desde la base aérea de la Real Fuerza Aérea en Akrotiri, Chipre, que monitoreó el área mientras las fuerzas israelíes abordaban y capturaban ilegalmente al Madleen.

Había 12 personas a bordo del Madleen, incluyendo ciudadanos de Suecia, Alemania, Países Bajos, Brasil y Francia. El lunes, tres tripulantes del Madleen, incluida Thunberg, aceptaron ser deportados de Israel y fueron repatriados a sus países de origen. Ocho, incluyendo a Hassan, se negaron a firmar los documentos de deportación y siguen detenidos en Israel, a la espera de órdenes de deportación por un juez israelí.

Todos se negaron a cumplir la exigencia de Katz de que vieran material de propaganda sobre el levantamiento del 7 de octubre de 2023 —la “Inundación de al Aqsa”— contra el ilegal bloqueo de Gaza, hecho que Israel sigue utilizando como justificación para el genocidio.

Ante la creciente indignación popular en toda Europa, se organizaron protestas internacionales tras el secuestro israelí del Madleen. En Suiza, manifestantes marcharon en Ginebra y Lausana, ocuparon estaciones de tren y bloquearon el tráfico sentándose en las vías. También hubo protestas en Reino Unido y España; este último, a pesar de haber enviado millones de euros en armas a Israel durante el genocidio, convocó al encargado de negocios israelí al Ministerio de Asuntos Exteriores y entregó cínicamente una carta formal de protesta.

En Francia, donde trabajadores portuarios de Marsella se negaron a cargar un envío de armas con destino a Israel poco antes de la captura del Madleen, Francia Insumisa organizó protestas en varias decenas de ciudades, que recibieron un amplio apoyo popular en París, exigiendo la liberación de la tripulación del Madleen y apelando a Macron para que actuara.

Este último acto de barbarie israelí confirma que los trabajadores y jóvenes no pueden detener el genocidio en Gaza con simples llamamientos morales a los gobiernos imperialistas europeos, todos ellos cómplices de crímenes de guerra. Lo que se requiere es la construcción de un movimiento internacional en la clase trabajadora, desde las bases, para detener el envío de armas al genocidio y movilizar a trabajadores de todas las etnias en Medio Oriente —incluidos judíos, árabes, iraníes, turcos y kurdos— contra el genocidio.

Corresponsales del WSWS en Francia intervinieron en las protestas en París y entrevistaron a manifestantes. Jordan, un funcionario público de Marsella, dijo al WSWS: “Hay tanta injusticia en la ocupación ilegal de la tierra palestina, y el silencio de nuestro gobierno nos indigna. Saber que barcos que llevaban ayuda humanitaria fueron interceptados ilegalmente en aguas internacionales por el ejército israelí nos indigna aún más. … La acción de los trabajadores portuarios en el puerto de Fos [en Marsella] es completamente legítima”.

Cyrine declaró al WSWS que el ataque israelí al Madleen y la ofensiva más amplia contra Gaza “no es una venganza por lo que ocurrió el 7 de octubre. Ese es un pretexto para poner en marcha su plan preexistente, que pide la exterminación del pueblo palestino. … Y Francia no hace nada. Cada vez que ocurre algo, Macron sale con un comunicado”. Sin embargo, Cyrine agregó: “El año pasado, le envió una invitación a Netanyahu. Eso muestra de qué lado está realmente Francia. Ahora está llorando un poco porque la gente está enfadada en Francia”.

Carla, una joven de América Latina, declaró a los reporteros del WSWS: “Estoy aquí porque estoy enfadada. Soy joven, tengo que mirar a mi futuro, pero no puedo ver un futuro si hay un genocidio que está ocurriendo realmente ahora mismo. Mientras hablamos, hay personas sin acceso a agua o comida, que están siendo asesinadas. ¿Y para qué? Para beneficiar a las grandes empresas, a los poderosos. Me pregunto: ¿qué quiero para los próximos cinco años? Quiero luchar por un futuro mejor, un futuro que realmente deseo”.

Carla manifestó su apoyo a la acción de los trabajadores portuarios de Marsella y de otros puertos del mundo para detener el genocidio: “Los trabajadores, como dijiste, de las fábricas de armas, los estibadores de Marsella, Bélgica y otros sitios, si se unen, podrían detenerlo todo”. Carla añadió que hay que “dejar de decir que el capitalismo es la única posibilidad, que no podemos existir sin el capitalismo. La acción colectiva siempre ha estado ahí. Así es como hemos avanzado”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 10 de junio de 2025)