Los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (JEIIS) hace un llamado a los trabajadores, estudiantes y jóvenes de Estados Unidos y de todo el mundo a oponerse a la cacería de brujas belicista contra los investigadores chinos Yunqing Jian y Zunyong Liu.
Jian, investigadora posdoctoral en biología en la Universidad de Míchigan, fue arrestada el 2 de junio y trasladada a más de 200 kilómetros desde su hogar en Ann Arbor hasta la cárcel del condado de Sanilac, donde actualmente se encuentra detenida.
El 3 de junio, un tribunal federal en Detroit reveló una denuncia penal y una declaración jurada en una investigación encabezada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) sobre la investigación de los dos científicos posdoctorales chinos en la Universidad de Míchigan (UM).
El Departamento de Justicia (DOJ) acusa a ambos de conspirar para introducir de contrabando fusarium graminearum, un hongo común en regiones templadas del mundo asociado históricamente al tizón de la espiga en varios cultivos, y capaz de reducir la cosecha y causar infecciones en plantas. El director del FBI, Kash Patel, declaró que los estudiantes fueron capturados “introduciendo un agente agroterrorista conocido en EE. UU.” y afirmó que el FBI había detenido “una amenaza biológica antes de que pudiera causar daños reales”.
Los informes de la prensa burguesa han repetido sin cuestionamientos la afirmación del FBI de que “el fusarium graminearum causa pérdidas económicas de miles de millones de dólares en todo el mundo cada año”. La implicación no expresada es que los investigadores pretendían sabotear la cadena de suministro de granos y cultivos de Estados Unidos.
Las acusaciones del FBI contra Jian y Liu tienen todas las características de un montaje. Las declaraciones del DOJ y el FBI sobre “agroterrorismo” trastocan completamente la realidad, basándose en una serie de alegaciones débiles o abiertamente infundadas.
Jian es investigadora en el laboratorio de Shan en el Departamento de Biología Molecular, Celular y del Desarrollo (MCDB) en la Universidad de Míchigan. Obtuvo su doctorado en patógenos vegetales en la Universidad de Zhejiang y lleva más de dos años en la UM, durante los cuales ha publicado o coescrito más de una docena de artículos revisados por pares sobre el tema.
Liu, pareja de Jian, también es investigador posdoctoral egresado de la Universidad de Zhejiang especializado en patógenos vegetales. Ambos vienen publicando investigaciones científicas sobre patógenos desde al menos 2014.
La denuncia penal se originó en julio de 2024, cuando agentes de la CBP detuvieron a Liu en el Aeropuerto Internacional de Detroit Wayne por transportar pouches con muestras de fusarium graminearum en su equipaje. Liu negó inicialmente que las muestras fueran suyas, pero luego admitió que había tratado de ocultarlas para evadir las estrictas restricciones de importación. Explicó que planeaba analizarlas en el laboratorio de Shan junto con Jian en la UM. Según el acta del caso, la CBP confiscó los dispositivos electrónicos de Liu, le negó la entrada legal al país y lo deportó rápidamente a China.
Siete meses más tarde, en febrero de 2025, tras la toma del poder por parte del gobierno de Trump, el FBI interrogó a Jian en la UM. Al principio, Jian negó tener conocimiento de los planes de Liu, pero luego de la incautación de sus dispositivos electrónicos, los agentes encontraron mensajes de texto entre ambos sobre el incidente, completamente inocuos.
Casi cuatro meses después, el 3 de junio de 2025, el FBI arrestó a Jian y acusó a ambos investigadores de conspiración, contrabando de bienes en EE.UU., declaraciones falsas y fraude de visas. La audiencia de detención para Jian está programada para el 13 de junio en Detroit. La mayoría de estos cuatro cargos conllevan penas de hasta 20 años de prisión.
En un comunicado de prensa, el fiscal del DOJ, Jerome Gorgon, mostró el carácter racista antichino y macartista del gobierno de Trump al afirmar:
Estos dos extranjeros han sido acusados de contrabandear un hongo descrito como “potencial arma de agroterrorismo” al corazón agrícola de América. [L]as acciones de estos nacionales chinos —incluido un leal miembro del Partido Comunista Chino [PCCh]— representan una grave amenaza a la seguridad nacional.
La afirmación de que Jian es una “leal miembro del PCCh” insinúa falsamente que forma parte de una red secreta de espionaje. Esta acusación se basa en un “formulario de autoevaluación anual” hallado en su computadora, emitido por la Universidad de Zhejiang, que financia su investigación. En este reporte anual, se describen sus logros y se incluye un juramento de adherencia a los principios del PCCh.
Sin embargo, un informe de enero de 2025 de la derechista Radio Free America señala que estos “juramentos de lealtad” son bien conocidos por gobiernos de todo el mundo y son un requisito para todo estudiante chino que recibe financiamiento completo de universidades estatales para estudiar en el extranjero.
Aunque estos juramentos son acuerdos restrictivos que, entre otras cosas, condicionan el financiamiento al regreso a China, el gobierno chino no oculta su existencia. Por ejemplo, se sabe que en 2021 se otorgaron 27.000 de estas becas, y uno de los requisitos del juramento es cumplir con las leyes del país anfitrión.
Sin embargo, estos documentos serán utilizados indudablemente como pretexto para intensificar la cacería de brujas contra estudiantes chinos en Estados Unidos.
Pese a las afirmaciones del DOJ de que el fusarium graminearum puede utilizarse para “bioterrorismo”, ninguno de los cargos presentados el 3 de junio menciona terrorismo o la intención de distribuir el patógeno. Todos los indicios apuntan a que Jian y Liu participaban en una investigación científica.
Varios agrónomos y biólogos estadounidenses han cuestionado públicamente las afirmaciones científicas del FBI y el DOJ. Caitilyn Allen, profesora emérita de fitopatología en la Universidad de Wisconsin-Madison, declaró a medios en Detroit que “nunca ha oído a nadie en la comunidad científica describir al fusarium graminearum como un agente de terrorismo”, y que no figura en ninguna lista de patógenos de alta preocupación o de potencial agroterrorista.
Allen señaló:
Es un hongo muy común y extendido que afecta principalmente al trigo y la cebada. Se encuentra en, creo que, 32 estados de EE. UU. Así que no estamos hablando de algo traído por China. La gente no debería alarmarse. Ya está aquí, aunque sí representa un problema para los agricultores, puede reducir significativamente el rendimiento.
Jan Leach, fitopatóloga de la Universidad Estatal de Colorado, dijo a Chemistry World que, aunque traer el hongo sin un permiso muestra “falta de juicio”, no se encuentra en ninguna lista de patógenos vigilados, por lo tanto, es posible que ambos investigadores no supieran que necesitaban autorización.
Lo más significativo es el momento del arresto de Jian, justo después de que el secretario de Estado Marco Rubio anunciara el 28 de mayo que el gobierno de EE. UU. iba a “revocar agresivamente las visas” de estudiantes chinos. Aludiendo al asqueroso historial de chovinismo antichino en EE. UU.—desde la Ley de Exclusión China de 1882 hasta la mentira del laboratorio de Wuhan sobre la COVID-19 y la propaganda del “virus chino”—el World Socialist Web Site comentó sobre el anuncio:
El Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional se preparan para iniciar una cacería de brujas masiva contra los estudiantes chinos. Serán acusados de espías por su origen étnico. Esta campaña inevitablemente tomará un carácter anticomunista, semejante a las del macartismo de los años 1950.
La cacería de brujas ya está en marcha, como parte de los múltiples ataques para preparar la guerra imperialista de EE. UU. contra China y establecer un régimen dictatorial en el interior. El ataque a Jian y Liu representa una escalada en los ataques contra estudiantes internacionales, incluyendo los esfuerzos del gobierno de Trump por quitarle a la Universidad Harvard el derecho a inscribir estudiantes internacionales, el secuestro y deportación de estudiantes que se oponen públicamente al genocidio israelí en Palestina y la presión nacional para que las universidades rompan sus vínculos con instituciones chinas.
La semana pasada, el secretario de Defensa Pete Hegseth habló en el foro de alto nivel Diálogo Shangri-La, donde afirmó que la guerra entre EE. UU. y China era “ inminente ” y exigió que los aliados en el Indo-Pacífico aumentaran dramáticamente su gasto militar en preparación. Esta ofensiva bélica contra China forma parte de una campaña bipartidista que se intensificó bajo el presidente demócrata Barack Obama con su “Giro hacia Asia” en 2011, cuyo objetivo era socavar la influencia diplomática china, debilitar su economía y preparar el terreno para la guerra.
El ataque a Jian y Liu debe ser resistido por todos los trabajadores y estudiantes, incluyendo sus colegas de ciencias e investigación de posgrado, tanto en la UM como en el mundo entero. La oposición no puede dejarse en manos de organizaciones vinculadas al Partido Demócrata, incluidas las burocracias sindicales y los Socialistas Democráticos de América. El Partido Demócrata no se opone a esta cacería de brujas. Al contrario, está colaborando con las políticas fascistas de Trump.
Ninguno de los líderes de la media docena de sindicatos en la UM, afiliados a la Federación Estadounidense de Maestros (AFT) controlada por los demócratas, ha denunciado públicamente estos ataques. Tampoco lo ha hecho el sindicato de investigadores posdoctorales, la Organización de Investigadores Posdoctorales de la Universidad de Míchigan (UM-PRO). Este último se encuentra en negociaciones con la universidad para su reconocimiento formal como sindicato y afirma representar ya a más de la mitad de los 1.500 investigadores posdoctorales del campus.
La Oficina de Asuntos Públicos de la UM publicó una cobarde declaración donde se deslinda por completo de Liu y Jian, y asegura que “continuará cooperando con las autoridades federales”. La universidad está legitimando este montaje, dejando a más de 4.000 estudiantes chinos vulnerables a más ataques. El periódico estudiantil Michigan Daily publicó una nota servil sobre el arresto, presentando todas las acusaciones como verdades incuestionables.
La oposición a estos arrestos debe organizarse dentro de la clase trabajadora en la UM, fuera del campus y a nivel nacional e internacional. La JEIIS llama a científicos y colegas a pronunciarse en defensa de Jian y denunciar el pretexto anticientífico y racista con el que el Estado la ataca a ella y a otros estudiantes chinos. Los trabajadores y estudiantes deben exigir el retiro inmediato de los cargos, y vincular la defensa de los estudiantes chinos con la defensa más general de los derechos democráticos y la oposición a la guerra imperialista de EE. UU. contra China y Rusia.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 8 de junio de 2025)
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