Español

La OCDE recorta su previsión de crecimiento mundial

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un grupo de 38 economías, ha recortado significativamente su previsión de crecimiento mundial debido a la incertidumbre generada por la guerra comercial y arancelaria que libra el presidente estadounidense Trump.

El informe indicó que la economía mundial se encaminaba hacia su período de crecimiento más débil desde que se vio afectada por la pandemia de COVID-19 en 2020.

La OCDE recorta su pronóstico de crecimiento global ante la amenaza arancelaria [Photo by Statista / CC BY-ND 4.0]

El crecimiento global, según pronosticó, sería de tan solo el 2,9 por ciento en 2025 y 2026, en comparación con el 3,3 por ciento en 2024, tras haber superado el 3 por ciento todos los años desde 2020.

Advirtiendo sobre el impacto de los aranceles de Trump, señaló que el 'aumento significativo de las barreras comerciales, así como de la incertidumbre en materia de política económica y comercial', había 'afectado negativamente la confianza de empresas y consumidores y previsiblemente frenará el comercio y la inversión'.

'El debilitamiento de las perspectivas económicas se sentirá en todo el mundo, prácticamente sin excepción. Un menor crecimiento y una disminución del comercio afectarán los ingresos y ralentizarán el crecimiento del empleo', afirmaba el editorial que presentaba el informe.

Señaló que los riesgos habían aumentado considerablemente y podrían aumentar aún más, y que podrían introducirse barreras comerciales adicionales. Según nuestras simulaciones, aranceles adicionales reducirían aún más las perspectivas de crecimiento global e impulsarían la inflación, frenando aún más el crecimiento global.

También advirtió que el aumento de la deuda pública planteaba riesgos financieros y que las valoraciones históricamente elevadas de las acciones también aumentan la vulnerabilidad a shocks negativos en los mercados financieros.

Afirmó que, con diferencia, la prioridad política más importante era aliviar las tensiones comerciales y reducir los aranceles para reactivar el crecimiento y evitar el aumento de precios. Pero, como para enfatizar que esto no es posible, Trump firmó ayer una orden ejecutiva que eleva los aranceles al acero y al aluminio del 25 por ciento al 50 por ciento, la cual entrará en vigor hoy.

En lo que equivalía a una súplica desesperada y temerosa para revertir la guerra comercial, el economista jefe de la OCDE, Álvaro Pereira, afirmó que los países necesitan llegar a acuerdos para reducir las barreras comerciales. 'De lo contrario, el impacto en el crecimiento será bastante significativo. Esto tiene enormes repercusiones para todos'. El informe señaló que impulsar la inversión era necesario para promover la reactivación económica, y que esta había sido demasiado baja desde la crisis financiera mundial de 2008. Una de las razones es que el parasitismo financiero y la especulación han asumido un papel cada vez mayor en la acumulación de beneficios.

“A pesar del aumento de los beneficios, las empresas han evitado la inversión en capital fijo en favor de la acumulación de activos financieros y la restitución de fondos a los accionistas”, afirmó.

Al mismo tiempo, la inflación aumentaría, lo que impediría que la Reserva Federal recortara los tipos de interés para impulsar la economía.

Como era de esperar, la rebaja de las perspectivas de crecimiento estadounidense provocó críticas desde la Casa Blanca, y el portavoz de Trump, Kush Desai, declaró que la OCDE 'se suma a una creciente lista de pesimistas desconectados de la realidad'.

Sin embargo, el informe coincide en gran medida con otras evaluaciones.

Goldman Sachs ha anunciado que espera un crecimiento en EE.UU. de tan solo el 1,7 por ciento este año, y la Reserva Federal ha rebajado su pronóstico del 2,1 por ciento al 1,7 por ciento.

Estos pronósticos están respaldados por datos. La encuesta ISM a gerentes de compras del sector manufacturero arrojó una puntuación de 48,5 para mayo, por debajo del nivel de 50, que marca el límite entre expansión y contracción.

El resultado estuvo por debajo de las expectativas, inferior al del mes anterior, y representa la cuarta caída mensual consecutiva del índice.

El economista jefe de la firma de consultoría y fiscalidad RSM US, Joe Brusuelas, declaró al Financial Times: «La confusión en las políticas comerciales está haciendo casi imposible que los gerentes de suministro obtengan bienes de manera eficiente. Esto me indica que podríamos encontrarnos con cuellos de botella en la producción, lo que provocaría escasez».

La rebaja de la economía estadounidense se repitió en todos los ámbitos, y la OCDE recortó sus pronósticos para tres cuartas partes de las economías del G20 con respecto a las predicciones realizadas en marzo.

El crecimiento chino se desaceleraría del 5 por ciento el año pasado al 4,7 por ciento en 2025 y al 4,3 por ciento en 2026. La eurozona crecerá tan solo un 1 por ciento este año y un 1,2 por ciento en 2026. Japón crecerá un anémico 0,7 por ciento este año y un 0,4 por ciento en 2026. Las cifras para el Reino Unido son del 1,3 por ciento este año y del 1 por ciento el próximo.

Se espera que el comercio mundial crezca a un nivel ya históricamente bajo del 2,8 por ciento este año y que luego caiga aún más, hasta el 2,2 por ciento en 2026. Y dado que las subidas arancelarias de Trump aún no han entrado en vigor plenamente, la caída podría ser aún más pronunciada.

Las implicaciones sociales de la menor tasa de crecimiento se expusieron, aunque indirectamente, en las advertencias sobre el aumento de los niveles de deuda pública contenidas en el informe.

Se afirmó que “restablecer la disciplina fiscal es clave para que los países eviten problemas de sostenibilidad fiscal y creen reservas para futuras crisis”. Dados los ya elevados niveles de deuda, los países debían garantizar que la deuda pública se mantuviera en una trayectoria sostenible mediante el desarrollo de planes creíbles que demostraran cómo los países pretenden aliviar la presión sobre las finanzas públicas.

Traducido del lenguaje económico en el que se redactan estos informes, esto implica importantes recortes al gasto social, así como recortes de empleo derivados de un menor crecimiento, que se verán intensificados por los aumentos del gasto militar que están llevando a cabo los gobiernos de todo el mundo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de junio de 2025)

Loading