El 26 de mayo de 2025, 163 trabajadores de la salud del West Anaheim Medical Center, propiedad de Prime Healthcare y miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (NUHW, por sus siglas en inglés), iniciaron una huelga de cinco días en Anaheim, California. Los trabajadores están luchando contra crisis entrelazadas: el colapso de la salud pública, la sed de ganancias empresariales y el aumento del costo de vida en el sur de California.
Los huelguistas incluyen terapeutas respiratorios, enfermeros vocacionales con licencia, técnicos quirúrgicos y tecnólogos de imágenes—muchos de los cuales han soportado casi ocho meses sin contrato. Los trabajadores del West Anaheim enfrentan condiciones que son emblemáticas del colapso del sistema de salud estadounidense: escasez de personal y estándares de atención cada vez más deteriorados.
“Es imposible vivir en California con estos salarios”
Mary, una técnica en ultrasonido y ecografista médica diagnóstica que ha trabajado tres años en el hospital, habló con el World Socialist Web Site .
“La rotación de personal es altísima porque los salarios no son competitivos”, dijo. “Nuestra carga de trabajo es más pesada comparada con la de nuestros hospitales hermanos. Como nuestros sueldos no son competitivos, muchos empleados se van muy rápido. Se cambian a otros hospitales”.
“Aquí el salario inicial en mi campo ronda entre 30 y 34 dólares la hora. En otros hospitales está en los 40 y 50 dólares. Mi salario es como 20 dólares menos comparado con otros hospitales. Así que realmente estamos mal pagados”.
“Es imposible vivir en California con estos salarios. Es muy difícil. Es difícil venir aquí a cuidar pacientes, y luego regresar a casa a cuidar de tu familia. Yo tengo dos hijos pequeños. Todo cuesta muchísimo. Es una locura. Y no, no estamos recibiendo pago de huelga”.
En 2023, la rotación de personal entre enfermeros vocacionales con licencia y técnicos médicos en West Anaheim alcanzó el 41 por ciento—más del doble del promedio nacional. Ese éxodo ha tenido consecuencias: 190 quejas de pacientes y 52 deficiencias registradas por el estado solo en los últimos dos años.
Mientras tanto, Prime Healthcare reportó 56 millones de dólares en ganancias netas entre 2021 y 2023. Nada de eso se ha invertido en personal ni en mejorar la atención. En su lugar, la última propuesta de contrato ofrece solo un aumento anual del 3 por ciento—vergonzosamente por debajo de la inflación y muy inferior a las escalas salariales de hospitales cercanos como Keck-USC, donde los sueldos son alrededor de un 30 por ciento más altos.
La camisa de fuerza legal del sindicato y su complicidad política
La contrapropuesta del sindicato—un aumento del 17 por ciento en cuatro años—también es insuficiente. Peor aún, el NUHW ha limitado esta huelga a una demanda basada en Prácticas Laborales Injustas (ULP, por sus siglas en inglés), lo que en la práctica impide que los trabajadores presenten demandas sobre salarios y otros temas económicos.
Los burócratas sindicales están entrelazados con un corrupto esquema de colaboración obrero-patronal. En mayo de 2025, el NUHW resolvió una huelga histórica de 196 días de trabajadores de salud mental de Kaiser en el sur de California—solo para imponer un contrato que no satisfacía demandas fundamentales: límites a la carga laboral, equidad salarial, y ni siquiera protecciones básicas de personal.
Esto repite un patrón largo. En 2022, la huelga de 10 semanas del NUHW también dejó sin resolver problemas de personal y protecciones contra el COVID-19. En 2015, el sindicato aceptó el esquema de pensiones de dos niveles de Kaiser que recortó los beneficios jubilatorios para trabajadores del sur de California. Una y otra vez, el NUHW ha actuado como colchón—evitando que los trabajadores indignados amenacen el sistema que el propio sindicato ayuda a gestionar.
“Estoy asqueado de todo esto”
Ian, un tecnólogo en rayos X con 18 años en el hospital, describió el pésimo estado del sistema de salud y el papel corrosivo de la política.
“La compañía está ganando muchísimo dinero”, dijo. “Los otros hospitales de Prime Healthcare en el condado de Orange son La Palma, Garden Grove y Huntington Beach. Tienen hospitales en todo el país—más de 50. Acaban de comprar ocho más”.
El área que atiende West Anaheim está severamente desatendida. “Esta es una zona de muy bajos ingresos. Atendemos a muchas personas sin hogar. Desgraciadamente, mucho problema de drogadicción. Es un momento muy peligroso para ser adicto por cómo está todo con el fentanilo”.
También criticó al sistema político en general: “Estoy en contra de la guerra. Estoy a favor de la educación y la salud gratuitas para todos. Siempre hay dinero para guerras pero nunca para la salud… A nivel nacional, estoy asqueado de todo esto”. Los demócratas y los republicanos son realmente “un solo partido”, dijo.
Como muchos trabajadores de la salud, Ian continúa cargando el trauma de la pandemia.
“Durante el confinamiento por COVID, yo no estuve en cuarentena. Vine todos los días a trabajar. Creo que tengo PTSD. Vi morir a mucha gente… Un compañero mío murió en Nochebuena junto con otras 24 personas. Espero nunca volver a pasar por eso”.
El Partido Demócrata, la burocracia sindical y la traición a los trabajadores de la salud
El desmantelamiento bipartidista de la salud pública ha abierto el camino para que prosperen elementos fascistizantes. La administración Trump ha designado a figuras como Robert F. Kennedy Jr., quien ha promovido mentiras antivacunas y eliminado las recomendaciones federales de vacunación contra el COVID-19. Además, los crueles ataques de la administración Trump contra los migrantes han provocado indignación entre estos trabajadores, de los cuales una gran mayoría proviene de familias inmigrantes.
Las declaraciones públicas del NUHW—presentándose como un “sindicato santuario” que defiende a los trabajadores de los ataques antiinmigrantes de Trump—son vacías. En la práctica, el sindicato está fuertemente ligado al Partido Demócrata, que bajo Biden y Obama ha supervisado deportaciones, recortes a Medicaid y el continuo desmantelamiento de la salud pública.
Mientras el NUHW tacha de “trumpistas” las acciones antisindicales, sigue apoyando a un partido que financia guerras y privatizaciones en lugar de salud y salarios.
La burocracia sindical también está coludida con la patronal. Su asociación con Kaiser Permanente, por ejemplo, canaliza decenas de millones de dólares a programas de “Asociación Obrero-Patronal” con el objetivo de suprimir huelgas y disciplinar a los trabajadores. El resultado ha sido agotamiento masivo, clínicas inseguras y una fuerza laboral devastada justo cuando el COVID prolongado y las nuevas variantes saturan al sistema.
La lucha en West Anaheim requiere que los trabajadores de la salud rompan con los límites impuestos por los burócratas del NUHW y construyan comités independientes de base—organismos democráticos que sirvan a los intereses de los trabajadores, no del aparato sindical ni de los partidos políticos.
Estos comités deben exigir aumentos salariales inmediatos que reflejen el costo de vida, contratación completa y proporciones seguras paciente-personal, igualdad en pensiones y beneficios entre regiones, y una acción y coordinación en toda la industria en todos los centros de Prime Healthcare y más allá.
Más aún, estos comités deben prepararse para una confrontación política con la administración Trump, que está desmantelando sistemáticamente la salud pública como parte de su programa de dictadura al servicio de la oligarquía empresarial. Solo mediante esa unidad y organización independiente los trabajadores de la salud podrán comenzar a revertir décadas de austeridad y explotación.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 30 de mayo de 2025)
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