Louis Theroux: Los Colonos, una producción de M idhouse Productions para la BBC, estará disponible en iPlayer en el Reino Unido durante los próximos 11 meses aquí .

El documental de Louis Theroux sobre los colonos israelíes en la Cisjordania ocupada, realizado en medio del genocidio de Gaza, presenta un panorama devastador del movimiento fundamentalista religioso ultranacionalista. Pone de relieve su papel como vanguardia del Estado israelí en la limpieza étnica y el asesinato en masa de los palestinos.

La indignación de los apologistas sionistas ha sido previsible precisamente porque el documental refleja una indignación internacional más amplia ante la escalada del genocidio en Gaza.

Este es el segundo documental de Theroux sobre los colonos ultra-nacionalistas. En 2011, al realizar Los Ultrasionistas, los describió como 'al margen de la periferia en cuanto a sus perspectivas y creencias', a la vez que disfrutaban de 'cierto apoyo del Estado de Israel'.

Ese año, el gobierno de Netanyahu enfrentó crecientes protestas en toda la sociedad israelí contra la situación económica. Consciente de la Primavera Árabe, el gobierno aprobó miles de asentamientos en territorio palestino ocupado para contrarrestar este movimiento de protesta.

Hoy en día, los partidos fascistas de colonos gobiernan y desempeñan un papel determinante en el régimen asesino de Benjamin Netanyahu. Los colonos proporcionan una base social esencial para el militarismo y la reacción social.

El documental de Theroux, aunque centrado en Cisjordania, también mostró el programa colonialista de limpieza étnica en Gaza. Daniella Weiss, la 'madrina' ultraderechista del movimiento de colonos, se jactó de tener 800 familias listas para mudarse a Gaza, afirmando: 'Nuestra misión es colonizar Israel'.

Le muestra a Theroux un mapa del 'Gran Israel', al que se refiere, que abarca Líbano, Jordania y partes de Siria, Arabia Saudita e Irak. Los palestinos de esta región deberían irse a otros países, declara. Cuando Theroux dice que no pensar en los demás en absoluto parece 'sociópata', se ríe. 'Es normal', insiste.

Esta es la verdadera política del sionismo. En Nablus, en la Cisjordania ocupada, un soldado israelí le pregunta a Theroux: '¿Cuánto tiempo vas a estar en Israel?'.

El colono tejano Ari Abramowitz lleva su arma en todo momento, incluso en la sinagoga. Llama a la Biblia 'una escritura de propiedad de Cisjordania'. Mientras le mostraba los alrededores a Theroux, insistió en que el pueblo palestino 'no existe'.

En un momento dado, vemos cómo el coche de Weiss se separa de un convoy escoltado de colonos y rabinos y se dirige hacia Gaza. Su gesto, dijo, fue para mostrar a los rabinos que la acompañaban que Gaza no está 'fuera de alcance'. Un rabino, Dov Lior, aparece pidiendo la 'limpieza' de los 'salvajes' y 'camelleros' palestinos.

Los apologistas sionistas han intentado protestar alegando que centrarse en los extremistas manipula la narrativa. El financiero y autoproclamado 'sionista ferviente' Ben Goldsmith los describe como una 'representación tan precisa del conjunto como Tommy Robinson lo es de la sociedad británica'.

Theroux respondió que Weiss tiene 'una enorme influencia dentro del gabinete israelí y ... la protección del ejército'.

Y como declaró el periodista de Haaretz, Etan Nechin, a Goldsmith, 'los representantes de los colonos ocupan puestos en el gobierno y lo controlan todo, desde la policía hasta la tesorería'.

El ministro de Finanzas de Netanyahu, Bezalel Smotrich, ha prometido que Gaza será 'totalmente destruida'. El propio Netanyahu, haciéndose eco de la 'solución final' nazi, ha afirmado que las 'medidas finales' de este programa están en marcha.

Weiss se jacta: 'Hacemos por los gobiernos lo que ellos no pueden hacer por sí mismos'. Abramowitz sitúa esto en un contexto geopolítico más amplio, calificando a los colonos como la punta de lanza de Estados Unidos. Theroux resume el movimiento de colonos como “promovido por ideólogos, respaldado por quienes ostentan el poder y responsable solo ante Dios”. Ha escrito que los colonos son “un indicador de hacia dónde se dirige la sociedad en países de Occidente”.

Mientras se emitía el documental, señaló en una columna de opinión del Guardian que el ministro de Seguridad Nacional, también colono, Itamar Ben-Gvir, estaba siendo recibido en Mar-a-Lago. Estableciendo la conexión entre estos gobiernos fascistas, escribe que “una película sobre colonos extremistas de Cisjordania no trata simplemente sobre una región de Oriente Medio”.

Los colonos son las tropas de asalto que implementan las políticas gubernamentales. Vemos al fascista Ben-Gvir dirigiéndose a una multitud triunfalista que promueve los asentamientos en Gaza y obliga a la emigración palestina. Un manifestante pregunta: “¿Queremos ser un país colonizador?”. La película de Theroux responde afirmativamente a esta pregunta.

Según la ley israelí, las incursiones iniciales de colonos, los 'puestos de avanzada', son nominalmente ilegales y solo se convierten en 'asentamientos' cuando se les otorga el reconocimiento estatal. (Siguen siendo ilegales según el derecho internacional). Asentamientos como Evyatar, que se muestra poco después de recibir reconocimiento legal, reciben una base militar, lo que extiende la ocupación militar colonialista.

Hebrón, en Cisjordania, tiene alrededor de 700 colonos bajo protección militar, y los palestinos son excluidos por los puestos de control de cada vez más zonas. Theroux señala que esto significa que su guía, el activista por la paz local Issa Amro, no puede ir al centro de visitantes de su propia ciudad.

Cuando Theroux sugiere que, según el derecho internacional, sus acciones podrían considerarse un crimen de guerra, Weiss lo descarta como un 'delito leve'. Abramowitz insiste en que 'algunas cosas... trascienden los caprichos de la legislación'.

En Tuwuni, Theroux y sus guías se refugian en una casa baleada cuando pasa una patrulla de las Fuerzas de Defensa de Israel del puesto militar vecino. Las luces verdes de las miras láser de los rifles se reflejan en las ventanas. Theroux sugiere llamar a la policía. Sus guías responden: '¿Qué policía? Son un solo régimen'.

Haaretz informó que Issa Amro ha sido objeto de intimidación por parte de colonos y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desde la película. Su casa fue allanada por asaltantes enmascarados.

A Theroux le piden repetidamente su pasaporte 'para revisarlo'. En Hebrón, un soldado enmascarado intenta sacarlo a la fuerza de un puesto de control, alegando que las Fuerzas de Defensa de Israel están 'por encima de la policía'. Theroux, habitualmente tranquilo, dice con dureza: 'No me toques'.

En un momento dado, Weiss niega que exista la violencia de los colonos. Afirma que cualquier violencia de los colonos fue puramente defensiva contra el ataque palestino, antes de empujar físicamente a Theroux para provocar una reacción que legitimara la escalada física. '¡Haz algo!', insiste. Más tarde dice: 'Esperaba que me empujaras'.

El exeditor del Jewish Chronicle, Jake Wallis Simons, es otro de los que sugirió que la filmación fue manipuladora al presentar 'la jovialidad de los colonos con el telón de fondo de Gaza humeante'. Pero ese es el telón de fondo, y Theroux filma a turistas sionistas que van a un mirador solo para ver arder Gaza.

Simons también acusó a Theroux de difundir estereotipos al mostrar 'a los peores judíos' que puede encontrar. Para nada. Si hubiera existido la oportunidad de mostrar a las 'peores' personas que se encuentran en Israel, Theroux habría filmado su documental en la Knéset.

Los esfuerzos por presentar a 'Los Colonos' como un ejemplo del 'sesgo' de la BBC y los medios de comunicación contra Israel son, por supuesto, absurdos. Millones lo saben y millones más están empezando a llegar a la misma conclusión.

Mes tras mes, los opositores al genocidio de Gaza han sido denunciados como 'antisemitas' por los medios de comunicación, el Gobierno laborista de Starmer y los conservadores antes que ellos, y han sido objeto de ataques policiales, arrestos y otras formas de victimización. En febrero, tras una campaña de protesta de los sionistas, la BBC retiró diligentemente de su plataforma iPlayer un documental que mostraba las condiciones en Gaza.

Por eso Theroux se vio obligado a actuar con cautela, admitiendo que 'el desplazamiento y la intimidación continuos de los palestinos son más graves de lo que podíamos captar'.

Cualquiera que se haya sorprendido por su película simplemente no había 'estado prestando atención', escribió. Me alegra que hayamos podido mostrar tanto. Ojalá hubiéramos podido mostrar mucho más.

Theroux merece reconocimiento por haber logrado superar la censura. Señaló que el lema de muchos de los mensajes que ha recibido ha sido: “Por fin, la televisión británica convencional dice algo sobre lo que está sucediendo”. Y también por su último llamamiento en The Guardian: “Animo a la gente a leer y consumir más información sobre el tema”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 12 de mayo de 2025)