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Cientos de músicos españoles boicotean festivales organizados por un fondo de inversión prosionista

El logotipo de KKR aparece sobre un puesto de negociación en el piso de la Bolsa de Valores de Nueva York, el jueves 1 de mayo de 2025 [AP Photo/Richard Drew]

Músicos y trabajadores de la cultura españoles han lanzado un boicot generalizado en protesta contra el genocidio sionista respaldado por Occidente en Palestina. Sus objetivos son los festivales de música propiedad del gigante de las inversiones Kohlberg Kravis Roberts (KKR), que está involucrado financieramente en desarrollos inmobiliarios dentro de los territorios palestinos ocupados por Israel.

Según informó el medio online El Salto, KKR adquirió Superstruct Entertainment en 2024 por 1.400 millones de euros. Superstruct organiza más de 80 festivales de música en todo el mundo, incluyendo algunos de los eventos de este tipo más destacados de España. Actualmente es el segundo promotor de festivales más grande del mundo, después de Live Nation.

KKR también es el principal inversor en el conglomerado de medios alemán Axel Springer, propietario de destacadas publicaciones como Bild, Die Welt, Business Insider, Politico y Upday.Axel Springer también opera la plataforma inmobiliaria, Yad42, que ofrece viviendas construidas en territorios ocupados de Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania.

Además de sus intereses inmobiliarios y mediáticos, KKR tiene amplios vínculos comerciales con Israel. Es propietaria de la plataforma de gestión inmobiliaria Guesty, colabora con la firma israelí de ciberseguridad IntSights, fundada por exoficiales de la inteligencia militar israelíes y, en 2021, construyó un centro de datos subterráneo de 10,5 MW en la ciudad israelí de Petah Tikva (a través de su filial Global Technical Realty).

El financiero estadounidense Henry Kravis, una figura clave en KKR, es un donante desde hace mucho tiempo de iniciativas culturales israelíes. Contribuyó con 1 millón de dólares a la primera toma de posesión de Donald Trump y ha apoyado a candidatos republicanos y demócratas. En 2024, apoyó a la candidata a las primarias republicanas, Nikki Haley, quien escribió de forma infame 'Acaba con ellos' en un misil israelí con destino a Gaza.

En España, KKR controla ahora hasta 25 festivales de música que abarcan una amplia gama de géneros. Entre ellos se encuentran algunos de los festivales más emblemáticos y concurridos del país, como el FIB Benicàssim, el Viña Rock y el Sónar de Barcelona. Otros festivales bajo su paraguas incluyen Arenal Sound, Bahía Sound, Brava Madrid, Brunch Electronik, Caudal Fest, Elrow Town, Festival de Les Arts, Granada Sound, I Love Reggaeton, Ibiza Elrow Amnesia, Interestelar, Love the Twenties, Love The 90s, Madrid Salvaje, Monegros Desert, Morriña Fest, OFF Sónar, O Son do Camiño, Resurrection Fest, Sonórica, Sónica y Tsunami Xixón.

Después de que se hiciera pública la adquisición, docenas de bandas comenzaron a anunciar su intención de retirarse de los festivales controlados por KKR. La primera de ellas fue Sons Of Aguirre, quien declaró:

Creemos que huelga decir lo que opinamos al respecto de colaborar con genocidas, cómplices de una limpieza étnica que ha costado la vida a más de 60.000 palestinos (17.000 de los cuales son niños). Por ello, los Sons hemos decidido no volver a participar en el festival Viñarock ni en el resto de festivales adquiridos por KKR hasta que este no cambie de manos.

Poco después, otros artistas se unieron al boicot, como Dakidarría, Los de Marras, Kaos Urbano, Ill Pequeño y Ergo Pro. Desde entonces, la lista ha crecido hasta abarcar docenas de bandas. Si bien algunos, como Fermín Muguruza, Reincidentes y Ska P, son conocidos por sus mensajes políticos de izquierda, el boicot también ha atraído el apoyo de artistas de otros géneros, incluidos músicos electrónicos como Ancient Pleasure, Amantra, Animistic Beliefs, Jeisson Drenth, Manuka Honey, Juliana Huxtable y DJ Sosa RD.

Las cancelaciones de entradas han seguido a la retirada de artistas, lo que está causando importantes pérdidas financieras a muchos festivales. En respuesta, algunos (Viña Rock, ShareMusic y Resurrection Fest) han tratado de distanciarse de KKR, alegando que sus vínculos con Superstruct eran necesarios para garantizar la supervivencia en medio de la pandemia de COVID-19, y que conservan la independencia operativa. Sin embargo, ninguno se ha comprometido a cortar los lazos con KKR.

Ernest Urtasun, mministro de Cultura de España y miembro nde Sumar (una escisión de Podemos y socio de coalición del, ligado con las grandes empresas, Partido Socialista), ha tratado de capitalizar la controversia. Declaró que fondos como KKR 'no son bienvenidos en España, no son bienvenidos en la cultura española', afirmando que su gobierno ha trabajado durante mucho tiempo para evitar que las empresas que operan en los asentamientos ilegales israelíes disfruten de negocios normalizados dentro del mercado único de la UE.

La retórica de Urtasun enmascara la complicidad tanto de Sumar como de Podemos en permitir las acciones de Israel en Gaza. Bajo su mandato, Madrid ha seguido vendiendo armas a Israel y comprando armamento israelí 'probado en combate', incluyendo bombas, granadas, torpedos, misiles y otras municiones. Los puertos españoles, especialmente Algeciras, habrían facilitado el tránsito de más de 13.000 toneladas de armas con destino a Israel en los últimos meses. Estos son los verdaderos valores que defienden Urtasun y su gobierno.

El boicot de los artistas españoles no es un hecho aislado, sino que forma parte de un creciente movimiento global de trabajadores de la cultura que se levantan contra las acciones militares de Israel, el imperialismo global y las tendencias autoritarias de los regímenes capitalistas modernos. En las últimas semanas, cientos de cineastas, guionistas y actores han firmado una carta abierta en la que denuncian el genocidio en Gaza. Figuras de alto perfil como Robert De Niro, Neil Young, Eddie Vedder y Bruce Springsteen también se han pronunciado públicamente en contra de Donald Trump, quien sigue estrechamente alineado con los partidarios de la línea dura proisraelí.

Estas declaraciones reflejan el creciente enfado y desilusión de millones de trabajadores y jóvenes en todo el mundo contra el genocidio, la austeridad, la militarización y la élite capitalista que controla los gobiernos, los bancos, las corporaciones y el establishment cultural oficial. Como ha demostrado el caso de KKR, este sistema corrupto incluye no solo a fuerzas conservadoras, sino también a fuerzas pseudoizquierdistas como Sumar y Podemos.

(Publicado originalmente en ingles el 26 de mayo de 2025)

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