Cientos de miles de personas se manifestaron el sábado en Londres en medio de un estallido de oposición a la intensificación del genocidio israelí en Gaza. Los organizadores cifraron la asistencia en más de 500.000 personas.

Partiendo del Embankment, la marcha cruzó el puente de Westminster, adyacente al Parlamento, y el puente de Waterloo antes de llegar a Whitehall, donde se celebró una concentración cerca de la residencia del primer ministro Keir Starmer en Downing Street.

La marcha, la 27.ª celebrada en Londres desde que comenzó el genocidio israelí hace 19 meses, en octubre de 2023, fue una de las más multitudinarias hasta la fecha. Se celebró durante la semana que conmemora el 77.º aniversario de la Nakba, la brutal limpieza étnica de tres cuartos de millón de palestinos realizada por el recién declarado Estado de Israel.

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Decenas de miles de personas también asistieron a una protesta el sábado en París.

Las manifestaciones tuvieron lugar tras el anuncio a principios de este mes de que Israel lanzaría una ocupación militar total de toda la Franja de Gaza e impondría el internamiento masivo de la población en campos de concentración bajo vigilancia armada, como preludio a marchas forzadas a través del desierto o a la deportación por mar. Esto es respaldado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien concluyó su gira por Oriente Medio en Qatar el jueves reiterando el plan de su administración para anexar la Franja de Gaza.

Cientos de palestinos han sido asesinados por las Fuerzas de Defensa de Israel en la última semana.

Las protestas de Londres han demostrado el abismo entre el sentimiento de los asistentes y la política de los organizadores de la marcha, que insisten en que la única forma de avanzar es hacer llamamientos morales a la clase política para que ponga fin a su complicidad con el genocidio y rompa los lazos con el Estado israelí.

El sábado, la Coalición Stop the War (Detener la Guerra) y la Campaña de Solidaridad con Palestina (PSC) hicieron gran hincapié en el “avance” alcanzado el día anterior en la Junta General Anual de la cadena de supermercados Co-Op, donde se aprobó una moción para “cesar todo comercio con Israel”.

Los oradores en el escenario dijeron que esto significaba que todos tenían que trabajar para garantizar que esta política se convirtiera en la política de todas las cadenas de supermercados y otras tiendas de la calle principal. Sin embargo, incluso en su hilo X anunciando esto como 'una gran victoria para nuestro movimiento', el PSC tuvo que señalar que 'la junta de Co-Op ha dicho que la moción es meramente 'consultiva''.

También se citaron editoriales de los principales periódicos, incluido el Financial Times, que pedían un final negociado de la guerra de Israel contra Gaza, como evidencia de que 'las grietas se están mostrando' ya que 'la complicidad británica en el genocidio de Israel está terminando lento, pero de forma segura'.

La coordinadora de Stop the War, Lindsey German, del grupo pseudoizquierdista Counterfire, dijo en la manifestación: 'Ahora está claro, incluso para algunas de las personas que apoyaban a Israel, lo absolutamente espantoso que es el trato de Netanyahu [a los palestinos]. Así que incluso hemos tenido parlamentarios conservadores, incluso hemos tenido gente de la Junta de Diputados [de judíos británicos], incluso hemos tenido al presidente español, e incluso hemos tenido parlamentarios laboristas que reconocen que Israel ha ido mucho, mucho más lejos de lo que esperaban que hicieran.”

Terminó con un llamamiento a los criminales políticos de Downing Street y la Casa Blanca para que dejen de apoyar a Israel, declarando: “Les decimos a Keir Starmer y a Donald Trump, no pueden suministrar alimentos para los niños hambrientos de Gaza, pero pueden suministrar bombas todos los días. Pueden suministrar F-35. Basta de esto. Dejen de armar a Israel. Solidaridad con el pueblo palestino”.

Lo que oculta German es que Starmer actúa con la autoridad indiscutible del gobierno laborista al respaldar el genocidio, junto con Trump.

La abrumadora mayoría de los más de 400 diputados laboristas siguen respaldando el genocidio. Varios oradores aludieron a una nueva investigación que muestra que solo en cuatro meses (de septiembre a diciembre de 2024), se autorizó la exportación a Israel de más equipos militares bajo el mandato laborista de los que el anterior gobierno conservador aprobó en cuatro años (2020-2023).

Esta semana, los abogados del gobierno de Starmer incluso argumentaron en el Tribunal Supremo que no se está produciendo ningún genocidio en Gaza, en oposición a un desafío legal contra el Reino Unido que sigue vendiendo piezas y componentes de cazas F-35 que son utilizados por Israel en Gaza.

Además, el hecho de que no haya una verdadera revuelta de los diputados laboristas del banco trasero fue subrayado por la no presencia de ningún diputado laborista actual en el escenario el sábado.

La diputada Apsana Begum ocupa actualmente un escaño independiente en el Parlamento, casi 10 meses después de que se le retirara de la disciplina del Partido Laborista y fuera suspendida por votar en contra de la política del gobierno de Starmer de mantener el tope punitivo de las prestaciones por dos hijos. La principal crítica al Gobierno realizada por Begum en su discurso, sin nombrar a Starmer, fue que sus acciones habían hecho 'un daño tremendo' a 'la reputación del Reino Unido en el extranjero'.

El único otro diputado que habló fue el exlíder laborista Jeremy Corbyn, ahora también independiente. Hace cuatro años y medio que no dirige el Partido Laborista, desde noviembre de 2020, y fue expulsado del partido antes de las elecciones generales del pasado julio.

Corbyn dijo que acogía con satisfacción la declaración, 'que supone una gran mejora respecto a lo que había sucedido antes' de Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Eslovenia, España y Noruega. La declaración de estos países de la Unión Europea se limitó a decir que 'no se quedarán callados ante la catástrofe humanitaria provocada por el hombre que está teniendo lugar ante nuestros ojos en Gaza'. Sin embargo, Corbyn suplicó: 'Exigimos que nuestro gobierno aquí haga lo mismo'.

En lugar de llamar a la oposición al gobierno de guerra y austeridad de Starmer, él anunció otra maniobra parlamentaria, su plan de presentar 'un proyecto de ley de un miembro privado en el Parlamento para pedir una investigación pública independiente sobre todos los aspectos de la política en relación con el suministro de armas, el reconocimiento y las desesperadas necesidades humanitarias del pueblo palestino'.

El desvío de las grandes protestas en Londres hacia el callejón sin salida de los llamamientos a la élite gobernante y sus instituciones se ha prolongado durante meses y ha distanciado a muchos de los asistentes. En palabras de un manifestante que habló con el Partido Socialista por la Igualdad (PSI) en nuestro puesto en Whitehall: “Venimos a los mítines regularmente, pero ya no nos detenemos a escuchar los discursos, ya que siempre son las mismas palabras y nada cambia”.

El Partido Socialista por la Igualdad, sección británica del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, lucha por unir a la clase obrera internacionalmente contra el genocidio y la guerra mundial, vinculando esto a la lucha contra la austeridad y la represión de los derechos democráticos.

En la protesta del sábado, miembros del PSI y de los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social distribuyeron miles de copias de un folleto que llamaba a asistir a una reunión pública en Londres el 31 de mayo, 'La guerra de Trump contra la libertad de expresión: El caso de Momodou Taal'.

Momodou tiene doble nacionalidad británica y gambiana, a quien se le revocó la visa de estudiante mientras completaba su doctorado en la Universidad de Cornell, lo que lo dejó enfrentando encarcelamiento y deportación. Su visa fue revocada después de que presentara una demanda contra la constitucionalidad de las órdenes ejecutivas de Trump que criminalizan la protesta contra el ataque de Israel a Gaza. A finales de marzo, Taal tomó la decisión de abandonar Estados Unidos tras concluir que los tribunales no ofrecían ninguna protección contra su arresto y deportación.

Su caso plantea todos los problemas centrales que enfrentan los trabajadores y los jóvenes a nivel internacional para enfrentar el genocidio en Gaza y oponerse al giro hacia formas dictatoriales de gobierno en casa por parte de las potencias imperialistas.

Después de la manifestación del sábado, el secretario nacional adjunto del PSI, Thomas Scripps, habló al WSWS sobre su importancia y el próximo mitín del partido el 31 de mayo: 'La guerra de Trump contra la libertad de expresión: El caso de Momodou Taal'.

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El lunes, el WSWS realizará entrevistas con los manifestantes en nuestra cobertura continuada del evento del sábado.

(Publicado originalmente en ingles el 18 de mayo de 2025)