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El Comité de Base de Trabajadores del USPS insta a los trabajadores postales a organizarse ahora para preparar acciones de emergencia, que incluyen una huelga nacional, para salvar el Servicio Postal de los Estados Unidos y derrotar los ataques de Trump contra la clase trabajadora. Tenemos que organizar esto desde abajo, no podemos esperar el “permiso” de los burócratas sindicales corruptos y los funcionarios del Partido Demócrata que están trabajando en nuestra contra.
El servicio postal es una rama del Gobierno federal que ha servido a todos los hogares de Estados Unidos desde la Guerra de la Independencia hace 250 años. Debemos luchar para garantizar que el correo siga llegando a todos los buzones de Estados Unidos, puntualmente, seis días a la semana, a manos de empleados federales.
Lo que está en juego
Lo que está en juego no es solo el futuro del USPS como entidad pública, sino también los derechos democráticos y sociales de todos. Lo que está en juego es si este país se convertirá en una dictadura.
La elección de David Steiner, miembro de la Junta Directiva de FedEx, como nuevo director general de Correos es una declaración de guerra total contra más de 600.000 trabajadores postales. Su principal prioridad será destruir USPS y privatizar todo lo que pueda generar dinero para Fedex y otras grandes corporaciones.
Muchos hablaron del conflicto de intereses del último PMG, Louis DeJoy, por ser dueño de una empresa que tiene un contrato con USPS. Esto va mucho más allá de eso. Una vez que Steiner asuma el cargo, una agencia del gobierno federal se convertirá efectivamente en una subsidiaria de FedEx.
En medio de la carnicería en los empleos realizada por el oligarca Elon Musk, esto demuestra una vez más que el actual Gobierno es de, por y para la oligarquía. El resultado es el colapso de la infraestructura, como lo demuestran las interrupciones del tráfico aéreo en el aeropuerto de Newark, y despidos masivos tanto en el sector público como en el privado. En UPS, se han anunciado 20.000 despidos más como resultado de los aranceles de Trump.
No tenemos más opción que luchar. Esto significaría la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo más, recortes salariales aún más profundos y más exceso de trabajo del que ya enfrentamos. La automatización se utilizará para destruir un sinnúmero de puestos de trabajo más, empezando por los centros de distribución. Para el público, significará precios más altos y retrasos masivos.
Todo lo que han estado haciendo durante años bajo la mal llamada reestructuración “Delivering for America” realizada bajo el liderazgo de DeJoy, ahora va a cobrar una velocidad increíble. Los transportistas urbanos ya están siendo acosados y denunciados por computadora a través del sistema de monitoreo TIAREAP, los transportistas rurales han sufrido miles de dólares en robo de salarios bajo el sistema de compensación RRECS y los empleados están luchando contra el cierre y la consolidación de oficinas.
No se trata de una posibilidad lejana. Ahora están preparando una conspiración para actuar contra nosotros. El hecho de que el contrato de la Asociación Nacional de Carteros (NALC) expire varios meses antes del próximo mes de mayo sugiere que la dirección y los burócratas sindicales saben algo que nosotros no sabemos.
La Oficina de Correos también se está convirtiendo en una red de vigilancia para el futuro dictador Trump. El Washington Post informó que el Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos está siendo utilizado para localizar inmigrantes para que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) los capture y los haga desaparecer. No se detendrá con los inmigrantes. Ya está arrestando a jueces y alcaldes por oponerse a sus políticas: lo que ha planeado para toda la clase trabajadora será mucho, mucho peor. Y como siempre, la censura y las medidas policiales están conectadas con los planes para nuevas guerras en el extranjero.
La Administración de Trump es una dictadura de la oligarquía. A través de él, el puñado de multimillonarios y corporaciones que gobiernan este país están tomando el control directo y abierto.
Cómo contraatacar
Pero podemos contraatacar con un movimiento desde abajo, desde la clase obrera. Somos la mayoría, creamos la riqueza del mundo y no tenemos ningún interés en la privatización ni la dictadura. Solo la acción de masas, incluida una huelga general, puede forzar el cese de las conspiraciones de Trump.
La gran pregunta es: ¿cómo lo hacemos? En primer lugar, no podemos confiar en los demócratas. Le están dejando salirse con la suya porque son el otro partido de Wall Street. Nos tienen más miedo a nosotros, la clase obrera, que al fascismo. Tenemos que basarnos en una estrategia que sea independiente de todo el sistema político existente.
En segundo lugar, tenemos que luchar contra la burocracia sindical que nos oprime. La NALC acaba de recurrir al arbitraje acelerado para anular un histórico voto negativo e imponer un nuevo convenio. La Asociación Nacional de Carteros Rurales (NRLCA) ha presentado su propia traición, siguiendo el ejemplo de la NALC. Nos dicen que no podemos hacer nada debido a las leyes antihuelga ilegítimas, incluso cuando Trump viola la ley a su antojo, incluso a la hora de anular los convenios laborales federales.
No se trata solo de unas pocas manzanas podridas, sino de toda la burocracia. Tienen intereses de clase diferentes a los nuestros. A pesar de que “negocian” aumentos salariales del 1.4 por ciento, el presidente de la NALC, Brian Renfroe, se dio a sí mismo un aumento salarial del 19 por ciento, a más de 270.000 dólares al año. El presidente de la NRLCA, Don Maston, obtuvo un aumento del 14 por ciento. Hay cientos de funcionarios sindicales que ganan salarios de seis cifras, financiados con el dinero de nuestras cuotas. El disfrute de su riqueza se vería interrumpido por una confrontación con el Gobierno de Trump.
Jugar a las sillas musicales en la cima, reemplazando a Renfroe por algún otro burócrata, no logrará nada. En el sindicato United Auto Workers y los Teamsters, ¡los candidatos “reformistas” de ayer son los partidarios de Trump de hoy! Esto demuestra que toda la burocracia tiene que ser derrocada y reemplazada, no reformada. Necesitamos construir un nuevo tipo de liderazgo, proveniente de, organizado en y responsable ante las bases.
Al igual que la huelga salvaje de 1970, la mayor lucha de la historia de los trabajadores postales de EE.UU., la iniciativa sólo puede venir desde abajo.
¡Construir comités de base en cada oficina de correos! ¡Movilizar a la clase obrera!
Este nuevo tipo de liderazgo es el comité de base. Muchos nos han preguntado: ¿cómo se construyen? No hay una solución universal, pero debería empezar por reunir a un grupo de los compañeros de trabajo de mayor confianza en su centro, sin permitir la entrada de dirigentes sindicales, gerentes ni otros posibles soplones.
No hay que preocuparse al principio por los números. El poder del comité es que es el único grupo que les dice la verdad a los trabajadores y lucha por unirlos, no para dividirlos por sindicatos o perder el tiempo con apelaciones inútiles a Renfroe o a su reemplazo que espera entre bastidores.
Se ha fundado un comité local de base. Afíliense al Comité Nacional de Base de Trabajadores del USPS para poder ponerse en contacto con otros trabajadores postales y discutir planes de acción conjunta. Emitan declaraciones explicando qué es el comité y por qué está luchando. Esto comenzará a atraer apoyo.
Proponemos las siguientes demandas nacionales:
- ¡No a la privatización! ¡Salvemos al USPS como servicio público!
- ¡Fin a la colaboración de USPS en los ataques contra los inmigrantes y los opositores a Trump!
- ¡Aumentos salariales por encima de la inflación!
- ¡Fin a los programas RRECS y TIAREAP!
- ¡La reversión de todos los recortes de empleos y salarios y del cierre de instalaciones desde el comienzo de Delivering for America!
- ¡Acabemos con la doble escala salarial! ¡Todos los trabajadores deberían estar en la escala salarial de la Tabla 1!
- En lugar de privatizar USPS, convertir a Fedex, UPS, Amazon y otras corporaciones de logística en entidades públicas bajo control de los trabajadores para usar esta infraestructura para el bien común, no para conseguir ganancias.
Como trabajadores postales, conocemos bien las comunidades a las que servimos. Aprovecha esto para informar a los trabajadores de su zona sobre la situación y solicitar su apoyo.
El Comité de Base de Trabajadores de USPS también es parte de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base. A través de esto, puede ponerse en contacto con trabajadores de todo EE. UU. y el mundo, incluidos los trabajadores postales de otros países que luchan contra las mismas cosas. Puede utilizar estas conexiones para solicitar un amplio apoyo y advertir a otros trabajadores de que ellos son los siguientes.
Si estás de acuerdo con esto: ¡Es hora de dejar de estar al margen! ¡Contáctanos ahora para empezar a luchar!
(Artículo publicado originalmente en inglés el 15 de mayo de 2025)