A poco más de 100 días de la Administración de Trump, hay una creciente ira por el asalto del Gobierno contra los inmigrantes, sus ataques radicales contra los trabajadores y los programas sociales y sus esfuerzos por establecer una dictadura de derecha en los Estados Unidos. Los números de las encuestas de Trump están cayendo bruscamente, y en las últimas semanas se han visto manifestaciones involucrando a millones de personas en ciudades de todo Estados Unidos.
La respuesta del Partido Demócrata es sofocar esta oposición y evitar que desafíe la dominación de la oligarquía empresarial-financiera y el sistema bipartidista, a través del cual la clase dominante lleva a cabo sus políticas de guerra imperialista y reacción social.
Esta perspectiva fue claramente articulada por el New York Times, hablando en nombre de los demócratas, en su editorial principal publicado el 1 de mayo, bajo el título “Luchar como si nuestra democracia dependiera de ello”. Si bien pretende presentar una estrategia para oponerse a Trump, el editorial se ocupa principalmente de los peligros que plantea un movimiento masivo anti-Trump.
Es necesario, escribe el Times, desarrollar una “respuesta patriótica” a la Administración de Trump. Esta oposición debe desarrollarse “sobria y estratégicamente, no reflexiva ni performativamente”. El editorial advierte contra la oposición “maximalista”, que podría “priorizar la emoción sobre la efectividad”.
Por una oposición “patriótica” y no “maximalista” a Trump, el Times se refiere a una oposición que se basa en el apoyo al imperialismo estadounidense y los intereses de lucro de las gigantescas corporaciones. Y detrás de la preocupación sobre la “emoción” yace un miedo profundo a una oposición social explosiva, sobre todo, de la clase trabajadora.
Por lo tanto, el Times pide una
coalición de estadounidenses que no están de acuerdo con muchos otros temas, que abarcan temas conservadores y progresistas, internacionalistas y aislacionistas, religiosos y seculares, favorables al empresariado y a los trabajadores, proinmigración y restriccionistas, de libre mercado y progobierno, provida y proelección, pero que creen que estos temas deben decidirse a través del debate democrático y los procesos constitucionales en lugar de los dictados de un solo hombre.
Lo que propone el Times es una alianza política entre facciones de la clase capitalista como baluarte contra la creciente ira y oposición social. En cualquier “coalición” de este tipo, es la extrema derecha la que establecerá la agenda política. No debe haber lucha para defender los empleos, los niveles de vida y los derechos democráticos porque tales luchas correrían el riesgo de “enviar a los conservadores de vuelta al campo de Trump”.
Después de describir las bases derechistas de su “coalición”, el editorial declara que debe “comenzar con el reconocimiento de que Trump es el presidente legítimo y que muchas de sus acciones son legales. Algunas incluso podrían resultar efectivas”.
No importa que Trump haya tratado de derrocar la Constitución en un golpe de Estado fascista y actualmente esté erigiendo el aparato de un Estado policial en los Estados Unidos. Su “legitimidad” no puede ser cuestionada porque esto pondría en tela de juicio la legitimidad del Estado capitalista en sí. ¡Y Dios guarde que nadie recurra al “maximalismo” contra la amenaza fascista!
En cuanto a las políticas que considera “efectivas”, el Times continúa describiendo las medidas antiinmigrantes de Trump como “legales y populares”, una mentira en ambos frentes que acepta tácitamente las redadas masivas, detenciones y deportaciones en curso, incluida la deportación de niños y el arresto de estudiantes extranjeros que se oponen al genocidio.
Cuando detalla las políticas sobre las cuales es necesario oponerse a Trump, el Times está dando voz a las preocupaciones de las facciones de Wall Street y el aparato de inteligencia militar. El periódico dice que Trump está “acercándose a Vladimir Putin de Rusia y minando a Ucrania”, y menciona sus “aranceles caóticos” y su siembra de “dudas sobre el dólar y la independencia de la Reserva Federal”.
El editorial no dice nada sobre los recortes masivos en el gasto social que están preparando la Casa Blanca y el Congreso republicano, incluido un asalto al seguro social, Medicare y Medicaid, porque esta es una política de consenso de la élite gobernante estadounidense en su conjunto: los trabajadores deben pagar por el crecimiento explosivo del gasto militar, el rescate de los súper ricos y los billones de dólares en deuda.
En el extenso comentario, no se menciona la estructura socioeconómica de los Estados Unidos que ha dado lugar a Trump y su Administración fascista: “oligarquía” y “multimillonarios” son palabras que no aparecen en el editorial del Times. No se mencionan las protestas masivas de millones de trabajadores y jóvenes el 5 de abril, el 19 de abril y el 1 de mayo contra las políticas de Trump.
En cambio, los editores instruyen a la oposición a Trump a que se preocupe por sus modales y no devuelva a la derecha a los brazos del posible dictador, mientras aclaman a los administradores universitarios, que llevaron a cabo una represión generalizada contra los manifestantes contra el genocidio, como un modelo de “oposición de principios”.
Son precisamente los problemas fundamentales de clase los que el Times busca suprimir con su descripción de la amenaza a la democracia que surge de “los dictados de un solo hombre”, Donald Trump (mientras elogia a los criminales de guerra anteriores en la Casa Blanca, desde Ronald Reagan hasta George W. Bush, Barack Obama y Joe Biden, como incondicionales democráticos).
Para cualquiera que quiera llevar a cabo una lucha seria contra los esfuerzos por establecer una dictadura fascista en los Estados Unidos, el Times insta a: simplemente mantener la calma, confiar en los tribunales para frenar los peores excesos de Trump y votar por los demócratas en el puñado de elecciones estatales de este año y en las elecciones al Congreso ahora programadas para noviembre de 2026. Eso supone que todavía habrá elecciones en Estados Unidos para entonces, en lugar de plebiscitos a punta de pistola supervisados por los militares, los agentes de inmigración y matones republicanos fascistas.
En sus apelaciones contra la oposición “reflexiva” a Trump, el Times está articulando la perspectiva de la facción líder del Partido Demócrata, representada por los líderes del Congreso y la mayoría de los gobernadores estatales. A principios de esta semana, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, una demócrata cuyo nombre a menudo se menciona como posible futura candidata presidencial, apareció en un evento con Trump para celebrar conjuntamente una nueva iniciativa militar.
Menos de cinco años después de que los fascistas alineados con Trump planearan su secuestro, Whitmer sonrió y estrechó la mano de Trump cuando anunciaron la “recapitalización” de la Base de la Fuerza Aérea Selfridge, que ahora albergará una flota de aviones de combate F-15.
Hablando en el evento con uniforme militar, Whitmer declaró:
Estoy muy feliz de que estemos aquí para celebrar esta recapitalización... Es crucial para la economía de Michigan, para nuestra seguridad nacional y nuestro futuro.
Este arrastramiento ante el fascista en jefe es un reflejo del papel de los demócratas como cogerentes de la campaña bélica y cómplices en la contrarrevolución social.
Como señaló el WSWS hace dos meses, mientras los demócratas buscaban desviar la oposición a Trump detrás del belicismo antirruso:
Existen dos formas fundamentalmente diferentes de oposición al Gobierno de Trump. Existe una creciente oposición de la clase trabajadora a sus ataques a los programas sociales fundamentales, su destrucción de los derechos democráticos, su persecución de los inmigrantes y su apoyo al genocidio de Gaza. Y existe la oposición de sectores significativos de la clase dominante, que se oponen a los cambios en la política exterior de Trump, particularmente en Ucrania.
La oposición auténtica al Gobierno de Trump, la dictadura y el fascismo solo se puede librar en oposición intransigente al Partido Demócrata. Esto incluye, hay que añadir, a figuras como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, que utilizan una retórica diferente, hablando de “oligarquía”, mientras dirigen toda la oposición detrás del Partido Demócrata, un partido de la oligarquía y el imperialismo.
El único camino viable es el desarrollo de un movimiento políticamente independiente de la clase trabajadora, armado con un programa socialista e internacionalista. Tal movimiento debe rechazar la “unidad” fraudulenta vendida por el Times y, en cambio, basarse en los intereses de clase de los trabajadores, estudiantes y jóvenes, contra el capitalismo, contra la guerra y contra la dictadura.
Este sábado, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional celebra su Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo, uniendo a los trabajadores de todo el mundo en una lucha común por el socialismo. Instamos a todos aquellos que deseen oponerse seriamente a Trump, no solo como hombre sino como la encarnación de un orden político y económico enfermo, a asistir a este mitin y emprender la lucha por una alternativa revolucionaria.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 1 de mayo de 2025)