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Perspectiva

¡Por una huelga nacional contra el recorte de 20.000 empleos en UPS!

Camiones de UPS en el Olympic Hub en Los Ángeles, California [Photo: WSWS]

El gigante del transporte United Parcel Service (UPS) anunció el martes que eliminará 20.000 puestos de trabajo y cerrará 73 instalaciones en Estados Unidos antes de junio como parte de amplios recortes de costos presentados en su reporte de ingresos a inversores del primer trimestre. La decisión es la más reciente de una ola global de despidos masivos en UPS e internacionalmente.

Los recortes tendrán consecuencias devastadoras para una fuerza laboral extremadamente explotada. Los trabajadores de UPS son en su gran mayoría jóvenes que trabajan a medio tiempo y tienen pocas posibilidades para conseguir posiciones estables y de tiempo completo. Muchos se ven obligados a vivir con varios compañeros para ajustar cuentas. Los que trabajan a tiempo completo, al estar desesperados para mantener su puesto, duermen en sus carros entre turnos divididos en algunas instalaciones. Los conductores de entregas tienen que lidiar con hostigamiento de la gerencia, que se rehúsa a colocar aire acondicionado en sus vehículos.

Los despidos son parte de una contrarrevolución social más amplia encabezada por el Gobierno de Trump. Con el apoyo del Partido Demócrata, que también sirve a Wall Street y tiene más miedo a la clase obrera que al fascismo, Trump ha eliminado más de 100.000 empleos federales, está imponiendo enormes impuestos al consumo de los trabajadores en la forma de aranceles y está recortando Medicaid, los cupones de alimentos, el seguro social y otros programas sociales clave.

Trump está eliminando las agencias regulatorias, colocando a figuras empresariales como el ejecutivo en el área de “seguridad” de Amazon y UPS, David Keeling, para que “lidere” la destrucción de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacionales (OSHA, por sus siglas en inglés). La selección de Keeling fue aplaudida por la burocracia del sindicato Teamsters.

Más que eso, el presidente de tinte fascista está estableciendo una dictadura para aplastar la oposición en el país.

La justificación inmediata para los despidos de UPS es el impacto de los aranceles de Trump. Los aranceles son un arma del impulso de la clase gobernante estadounidense hacia una guerra mundial dirigida contra China y otros adversarios del capitalismo estadounidense. Pero, por lejos, la mayor preocupación de la clase gobernante es el crecimiento de la oposición en la clase trabajadora, tanto en EE.UU. como en el resto del mundo.

La masacre de empleos en UPS representa la siguiente etapa de esta guerra de clases global. Los despidos masivos comenzaron en el Gobierno federal y ahora se están extendiendo a secciones amplias del sector privado. Los trabajadores de la logística son el canario en la mina porque representan la palanca de transmisión para toda la economía. El puerto de Los Ángeles espera una caída del 35 por ciento en el volumen de envíos la próxima semana, y los camioneros esperan que colapse para fines de mayo. En cuestión de semanas e incluso días, los despidos se propagarán rápido a otras industrias.

Todo trabajador en Estados Unidos está viendo los despidos en UPS y preguntándose: “¿seré yo el siguiente?”.

¡Hay que trazar una línea en la arena! Los despidos deben ser enfrentados con una resistencia masiva que consista en acciones unificadas de los trabajadores de UPS, la industria logística y todos los sectores en Estados Unidos e internacionalmente.

Esto exige una rebelión contra la burocracia sindical propatronal y la construcción del Comité de Base de los Trabajadores de UPS y la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB).

El aparato sindical no está haciendo nada para oponerse a esta arremetida cada vez mayor contra la clase trabajadora. El sindicato de trabajadores federales AFGE ha despedido a la mitad de su personal en vez de emprender una lucha contra los recortes. El sindicato Teamsters, los sindicatos portuarios en ambas costas y el United Auto Workers (UAW) están respaldando abiertamente las políticas de “Estados Unidos Primero” de Trump.

Las declaraciones vacías del Teamsters de que “combatirá” los despidos “si” la empresa viola su promesa ambigua de crear 30.000 empleos es aborrecible. En realidad, ya fueron eliminados decenas de miles de empleos desde que el Teamsters bloqueó una huelga nacional e impuso el contrato propatronal de 2023 con base en mentiras.

Los trabajadores solo pueden preparar una contraofensiva coordinada y una estrategia independiente por medio de una rebelión que rompa con la camisa de fuerza de los burócratas vendidos y transfiera el poder a las bases.

Se deben construir comités de base en cada fábrica e industria para comenzar discutiendo acciones coordinadas llegando a una huelga general. La clase trabajadora no puede permitirse ser aplastada una sección a la vez. Necesita una resistencia unificada de toda la clase.

La experiencia con Sean O’Brien, cuya elección en 2021 fue aplaudida por la pseudoizquierda como una ruptura con el pasado corrupto del sindicato, vuelve a demostrar que la burocracia no puede ser reformada. Todo “reformador”, incluyendo a Shawn Fain del UAW, tan solo ha liderado traiciones aún mayores.

En cambio, el Comité de Bas de los Trabajadores de UPS ha advertido consistentemente a los trabajadores sobre O’Brien y la burocracia sindical. Se opuso al contrato propatronal de 2023, advirtiendo que daría paso a despidos masivos. En 2024, sonó la alarma sobre el plan de recortes de puestos “ Red del Futuro ”, celebrando reuniones informativas y organizando la resistencia.

Los trabajadores de UPS deben movilizarse contra el principio oligárquico apoyado por los burócratas, que subordina todas las decisiones a las ganancias de Wall Street.

La resistencia de los trabajadores a los despidos masivos debe combinarse con una lucha más amplia contra Trump y la dictadura. Lo que es fundamental en ambas luchas es la necesidad de derrocar a la burocracia sindical. Su inhabilidad y negativa a defender los empleos y su hostilidad abierta a los trabajadores reflejada en su apoyo a Trump demuestran que no tiene ningún propósito y debe ser abolida.

Proponemos que los trabajadores se unan en torno a las siguientes demandas:

  • ¡El derecho a un trabajo e ingreso signo! Todos los despidos desde la ratificación del último contrato deben ser revocados y los trabajadores reinstalados con salarios reembolsados completamente.
  • ¡Pongan fin a la esclavitud del medio tiempo! Debe haber empleos a tiempo completo disponibles para todos los que los quieran, con pensiones y seguros médicos plenamente financiados
  • ¡Aumentos salariales masivos para compensar por las décadas de declive! Un trabajador en un almacén de UPS en 1978 ganaba el equivalente a $40 por hora. Hay que volver a aumentar la paga a este nivel e indexarla a la inflación real.

El movimiento en desarrollo en UPS es la primera etapa de una lucha más amplia de la clase trabajadora contra la explotación capitalista. Debe convertirse en una lucha por la expropiación de UPS y las mayores empresas como Amazon, los gigantes automotores y más allá, transformándolas en utilidades públicas bajo el control democrático de la clase trabajadora.

Existe una oposición social cada vez mayor en Estados Unidos alimentada por el odio a los niveles pasmosos de desigualdad presididos tanto por los demócratas como los republicanos y la campaña creciente de reacción social encabezada por Trump y su régimen de oligarcas.

Es crucial que la clase trabajadora irrumpa como fuerza independiente por medio de una contraofensiva industrial y una lucha política por el poder obrero y el socialismo en Estados Unidos y el mundo.

Este será el tema del Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo este sábado 3 de mayo a las 3:00 p.m. horario del este, organizado por el Comité Internacional de la Cuarta Internacional. Llamamos a todos los trabajadores a que se registren y participen en wsws.org/mayday.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 28 de abril de 2025)

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