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“Oponerse al fascismo en sus raíces es oponerse a las bases económicas sobre las cuales se desarrolla”

Entrevista con David North sobre el fascismo, Trump y las lecciones de la historia

Está ocurriendo aquí: el fascismo en la Alemania de 1933 y hoy

El martes, el presidente del Comité Editorial Internacional del World Socialist Web Site, David North, participó en un debate urgente y oportuno con el profesor Emanuele Saccarelli del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de San Diego, titulado “Está ocurriendo aquí: el fascismo en la Alemania de 1933 y hoy”.

Durante toda la entrevista, North abordó preguntas que clarificaron la comprensión marxista del fascismo, los procesos históricos que llevaron al ascenso de Hitler, el papel de la clase trabajadora en la lucha contra el fascismo y la relevancia de estas lecciones hoy, en medio del empeoramiento de los esfuerzos del gobierno de Trump para establecer una dictadura fascista en Estados Unidos.

Subrayó que la discusión sobre el fascismo ya no es meramente histórica, sino que ha “adquirido una relevancia contemporánea intensa”, dado que muchos ahora se preguntan si Estados Unidos se enfrenta al fascismo y qué es necesario hacer para detener su avance.

Cuando Saccarelli le pidió que definiera el fascismo para una nueva generación que ingresa a la vida política, North recalcó la necesidad de una comprensión científica e histórica, rastreando los orígenes del fascismo al periodo posterior a la Revolución Rusa de 1917 y a la oleada de radicalización de la clase obrera que siguió a la Primera Guerra Mundial. Subrayó que el fascismo surgió como un movimiento de masas que movilizó a la pequeña burguesía, a trabajadores desmoralizados y a elementos lumpen para aplastar a las organizaciones de la clase trabajadora, al servicio de la gran burguesía.

North explicó que el fascismo de Mussolini en Italia y el nazismo de Hitler en Alemania fueron respuestas directas a amenazas revolucionarias provenientes de la clase trabajadora. “El elemento más distintivo del fascismo italiano fue que surgió como un movimiento para suprimir y empujar hacia atrás a un movimiento obrero en proceso de radicalización”, afirmó, señalando que el fracaso de los partidos socialistas en liderar a la clase trabajadora hacia el poder creó las condiciones para el surgimiento del fascismo. En Alemania, la traición de las revoluciones de 1918-19 y 1923 por parte de los partidos socialdemócrata y comunista permitió a la burguesía reagruparse, allanando el camino para el ascenso de Hitler.

Saccarelli le pidió a North que abordara si Hitler llegó al poder mediante un golpe de Estado o por medios democráticos y las implicaciones para hoy. North respondió: “Como hecho histórico, Hitler no llegó al poder mediante un golpe. Había intentado un golpe en 1923, sin éxito”. Más bien, explicó North, “la democracia alemana ya estaba en sus últimas”, con un gobierno que gobernaba cada vez más por decreto y con las formas de la democracia parlamentaria vaciadas. A pesar de que el partido nazi se convirtió en el más grande del Reichstag, Hitler nunca logró una mayoría parlamentaria; su ascenso fue facilitado por la negativa de los dos partidos obreros de masas —los socialdemócratas y los comunistas— a formar un frente único contra el fascismo.

North resaltó las consecuencias catastróficas de la política estalinista que tildó a los socialdemócratas de “socialfascistas”, equiparándolos con los nazis y bloqueando así cualquier posibilidad de una resistencia unificada de la clase trabajadora.

“La tarea del fascismo era aniquilar al movimiento obrero y salvar al capitalismo destruyendo cada fragmento de la democracia obrera, incluso la socialdemocracia misma”, dijo North. Recalcó la insistencia de Trotsky en que “si se quería detener al fascismo, era necesario que el Partido Comunista… ofreciera a los socialdemócratas un frente único para la defensa de las organizaciones obreras frente a las amenazas nazis”.

Hablando sobre el presente, North abordó si las lecciones del frente único son aplicables hoy. Marcó una distinción clara entre el frente único —una estrategia de acción unificada de las organizaciones obreras— y el frente popular, que subordina a la clase trabajadora a alianzas con partidos burgueses.

North afirmó:

Oponerse al fascismo en sus raíces es oponerse a las bases económicas sobre las cuales se desarrolla el fascismo y a las cuales el fascismo está comprometido.

Criticó a las organizaciones pseudoizquierdistas contemporáneas, como los Socialistas Democráticas de Estados Unidos (DSA), por promover alianzas con el Partido Demócrata, argumentando que esto “significa paralizar cualquier lucha seria contra el fascismo”.

Sobre si Donald Trump representa una amenaza fascista, North comentó:

Hay mucho en el movimiento de Trump y en el propio Trump que huele a fascismo. Tiene ese olor particular o, podría decir, esa pestilencia. Pero lo que le falta es un movimiento de masas. En este momento, no tiene a su disposición un movimiento de masas de elementos de la pequeña burguesía desmoralizada, amargada, sectores lumpenproletarios enardecidos contra el socialismo y el comunismo.

En cambio, observó North, “la clase trabajadora se está moviendo hacia la izquierda. Creo que ese es el movimiento predominante desde abajo”. Sin embargo, advirtió que el peligro del fascismo sigue siendo real si no se supera la confusión política generada por décadas de anticomunismo. North hizo un llamado poderoso a construir un partido revolucionario enraizado en la clase trabajadora y guiado por la conciencia marxista, afirmando:

Si quieres luchar, debes entender contra qué estás luchando. Debes volcarte hacia la clase trabajadora. Pero volcarse hacia la clase trabajadora no es algo que se hace con una brújula. Significa que se debe emprender una lucha por la conciencia marxista en la clase obrera, por el desarrollo de una conciencia de clase científicamente fundamentada, que se construya dentro de los lugares de trabajo, dentro de las fábricas, un cuadro de trabajadores socialistas.

Abordando la retórica pseudoanticapitalista tanto del fascismo histórico como de los movimientos derechistas contemporáneos, North explicó:

Uno de los elementos críticos de todos los movimientos fascistas es el nacionalismo extremo y la promoción de todo tipo de curas milagrosas para los males del capitalismo en una base nacional. En ocasiones, y esto fue particularmente cierto entre ciertos elementos en torno al Partido Nazi, esto tomaba una apariencia fraudulentamente socialista. Pero el elemento nacional, en última instancia, es una defensa del capitalismo nacional.

Comentando sobre los amplios ataques de Trump contra los derechos democráticos, North trazó paralelos directos con las políticas de los nazis, afirmando:

Trump está actuando ahora completamente al margen de la legalidad. El marco constitucional no existe para él. No se ve restringido por ningún tipo de norma constitucional o legal. Como hemos escrito en el World Socialist Web Site, él actúa sobre la base de las concepciones asociadas con el jurista nazi Carl Schmitt, el llamado “estado de excepción”. El Führer hace las leyes. Él tiene el poder. Hace lo que quiere con él.

Y esto ha sido, en cierto sentido, ratificado por la Corte Suprema, y no está encontrando ninguna oposición significativa dentro del Congreso. Está encontrando oposición dentro de la población.

North concluyó haciendo un llamado a todos los que se preocupan por la defensa de los derechos democráticos y la lucha contra el fascismo a unirse al Partido Socialista por la Igualdad y participar en el próximo Mitin Internacional del Primero de Mayo en línea organizado por el World Socialist Web Site, afirmando:

Estas no son, al final, preguntas puramente académicas. Son cuestiones de vida o muerte. Creo que todos debemos sentirlo; cualquiera que realmente esté pensando sobre lo que está ocurriendo mientras el mundo cambia. Y lo que suceda en el próximo año, dos años, tres años, bien puede decidir el destino de la humanidad.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 16 de abril de 2025)

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