El lunes, Mohsen Mahdawi, estudiante de la Universidad de Columbia y residente permanente legal en EE.UU., fue secuestrado por agentes federales tras presentarse a la oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS) en Colchester, Vermont, para una entrevista como parte de su proceso de naturalización.
En un vídeo publicado en X por Christopher Helali, se ve a Mahdawi siendo escoltado esposado fuera del edificio por agentes federales encapuchados, uno de los cuales lleva una chaqueta que lo identifica como perteneciente a Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), siendo subido a una SUV para ser trasladado en una caravana de vehículos sin distintivos oficiales.

Mahdawi fue una figura destacada durante las protestas estudiantiles pro-Palestina en la Universidad de Columbia en la primavera de 2024. Posteriormente, declaró que decidió tomar un paso atrás para concentrarse en tender puentes con comunidades judías e israelíes en el campus. Está programado para graduarse de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de Columbia en otoño de 2025.
Mahdawi, de mediana edad, creció en un campo de refugiados palestinos en la Cisjordania ocupada por Israel. Su infancia estuvo marcada por la Segunda Intifada (levantamiento) entre 2000 y 2005 contra la ocupación sionista de los territorios palestinos. Sufrió pérdidas personales significativas, incluyendo la muerte por disparos de su mejor amigo durante un enfrentamiento con soldados israelíes cuando tenía 10 años.
Más recientemente, Mahdawi perdió a dos primos en la creciente violencia en los territorios palestinos ocupados desde que Israel lanzó el genocidio en Gaza tras el 7 de octubre de 2023. Las casas de varios de sus tíos y tías han sido destruidas y la tienda de su padre fue volada por las fuerzas israelíes en la ciudad cisjordana de Jenin.
En 2023, Mahdawi cofundó la Unión de Estudiantes Palestinos (“Dar”) en la Universidad de Columbia, que “tiene como objetivo interactuar con y celebrar la cultura, la historia y la identidad palestinas”. Cofundó esta organización junto a Mahmoud Khalil, otro residente permanente palestino que fue detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en marzo, y actualmente está recluido en un centro de detención en Luisiana por su abierta oposición al genocidio en Gaza y por defender los derechos palestinos.
Según un artículo de The Intercept, tras su traslado desde la oficina de inmigración en Colchester, Vermont, el ICE inició el proceso de deportación para devolver a Mahdawi a Cisjordania. A las 16:30 horas, el Guardian informó que la abogada de Mahdawi, Luna Droubi, declaró: “No hemos recibido confirmación sobre su paradero a pesar de numerosos intentos por localizarlo”.
“Mohsen Mahdawi fue detenido ilegalmente hoy sin otra razón que su identidad palestina”, dijo Droubi en una declaración a The Intercept. “Vino a este país con la esperanza de poder hablar libremente sobre las atrocidades que ha presenciado, sólo para ser castigado por tal discurso”.
Los abogados de Mahdawi presentaron un recurso de hábeas corpus el lunes por la mañana en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Vermont contra el presidente Donald Trump, el secretario de Estado Marco Rubio, la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem y otros funcionarios, impugnando la legalidad de su detención. La moción alega que el gobierno está violando sus derechos legales y de debido proceso al castigarlo por expresarse sobre Palestina e Israel.
La moción afirma, en parte:
Antes y después de la detención del sr. Mahdawi, el gobierno ha dejado claro que pretende tomar represalias y castigar a individuos como el sr. Mahdawi, quienes han abogado por un alto el fuego y el fin del derramamiento de sangre en Gaza. Las acciones de los demandados violan claramente la Primera Enmienda, que protege el derecho del sr. Mahdawi a expresarse sobre asuntos de interés público y prohíbe al gobierno reprimir discursos protegidos constitucionalmente.
En respuesta a la petición de hábeas corpus, el juez William K. Sessions III del Tribunal de Distrito impuso una orden de restricción temporal que impide a la Casa Blanca deportar a Mahdawi o trasladarlo fuera de la jurisdicción del tribunal en Vermont mientras se revisa el caso.
Según correos electrónicos revisados por The Intercept, cuando su amigo Khalil fue secuestrado y desaparecido el 8 de marzo, Mahdawi contactó a administradores de la Universidad de Columbia solicitando ayuda para encontrar un lugar seguro donde vivir y evitar ser detenido por agentes del ICE. Señaló que la universidad no hizo nada al respecto.
Mahdawi también dijo a The Intercept que su deportación a Cisjordania representa, en esencia, una condena a muerte por parte del gobierno estadounidense, “porque mi pueblo está siendo asesinado injustamente e indiscriminadamente”. Añadió: “Ese es el desenlace. O estaré vivo, o preso, o muerto por el sistema de apartheid”.
Mohsen Mahdawi es el noveno estudiante de la Universidad de Columbia en ser blanco de deportación por parte del Departamento de Estado, entre cientos en todo el país que han visto canceladas sus visas bajo las redadas y secuestros de inmigrantes ordenados por el gobierno de Trump. Su caso es uno de los pocos en los que un residente permanente legal ha sido arrestado y el gobierno busca cancelar su tarjeta verde en lugar de revocar su visa de estudiante.
Un estudio publicado por Inside Higher Ed el 8 de abril informa que, hasta el lunes, más de 1.000 estudiantes internacionales y recién graduados han visto modificado su estatus legal por parte del Departamento de Estado. El análisis muestra que un total de 188 universidades y colegios en 44 estados han tenido al menos 1.066 estudiantes internacionales que perdieron sus visas.
La cifra real es mucho mayor, ya que hay 33 instituciones que informaron revocaciones de visas sin precisar el número exacto de estudiantes afectados, y muchas escuelas pequeñas ni siquiera informan para evitar el escrutinio del gobierno.
Mientras tanto, en un artículo asociado de Inside Higher Ed, la mayoría de los administradores universitarios dicen desconocer el motivo por el cual los estudiantes extranjeros perdieron su estatus legal de residencia, o no han recibido ninguna notificación formal por parte de las autoridades migratorias. El informe señala: “La mayoría aún no ha recibido ninguna comunicación por parte de migración”.
En otro artículo titulado “Desmantelando el sistema de visas estudiantiles”, Liam Knox, de Inside Higher Ed, escribió sobre las publicaciones de funcionarios universitarios en un foro donde se discutía el impacto de las políticas del gobierno de Trump sobre la base de datos SEVIS (Sistema de Información de Visitantes e Intercambio de Estudiantes):
Cuando se revocan las visas de entrada a estudiantes internacionales, casi siempre conservan su estatus legal en SEVIS, según abogados de inmigración. Pueden permanecer en el país mientras se mantengan inscritos en sus cursos, y deben solicitar una nueva visa si salen del territorio. Ahora, con la administración de Trump revocando cientos de visas de estudiantes cada semana, los funcionarios migratorios también parecen estar cancelando el estatus SEVIS de los estudiantes, allanando el camino hacia su arresto y posterior deportación.
Un miembro del foro preguntó cómo era posible que el ICE pudiera modificar el estatus SEVIS por sí solo; nunca lo había visto y pensaba que se trataba de un error.
“Me pregunto si tenemos algún recurso para solicitar correcciones”, escribió. “Estamos intentando pensar con creatividad (y quizá desesperación) en este momento”.
Funcionarios universitarios y expertos en inmigración que hablaron con Inside Higher Ed, tanto en público como de forma anónima, compartieron la preocupación de los miembros del foro. Dijeron que la administración Trump está jugando de forma irresponsable con el sistema de visas y que sus tácticas están limitando severamente las opciones de las universidades para ayudar a los estudiantes que podrían ser blanco del ICE.
Los funcionarios del foro dijeron que casi todos los estudiantes afectados eran de Medio Oriente —turcos, kuwaitíes, saudíes, iraníes— o de países de mayoría musulmana como Malasia, Indonesia y Bangladés. Algunos de ellos señalaron haber recibido cartas con lenguaje inusualmente agresivo, exigiendo la entrega de expedientes estudiantiles bajo amenaza de investigación federal. Muchos estaban preocupados sobre cómo asesorar a los estudiantes sin comprometerse legalmente ellos mismos.
Todos estaban preocupados por cómo proteger mejor a los estudiantes mientras se enfrentan a un sistema de visas que, de la noche a la mañana, se ha transformado en algo irreconocible.
“La mayoría de nosotros no somos abogados migratorios (y nunca lo hemos necesitado)”, escribió un funcionario universitario. “Nos encontramos en un nuevo mundo extraño donde casi nada de la práctica anterior parece aplicarse”.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 14 de abril de 2025)
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